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En plena crisis, finaliza mañana la campaña electoral en Francia

Las encuestas sitúan al actual Presidente Nicolás Sarkozy y al socialista François Hollande como principales candidatos.

Según todas las encuestas, la campaña electoral que termina mañana pondrá al socialista François Hollande y el presidente Nicolás Sarkozy en segunda vuelta. No hay sorpresas, y tampoco hubo contenido. Ha sido una competencia tan pobre de argumento que dos líderes históricos tuvieron que retomar el centro de la escena. Uno conservador y otro socialista, compiten por influencia en la campaña presidencial francesa.

Hollande declaró en su mitin inaugural en París que el 10 de mayo de 1981, fecha de la victoria de Mitterrand sobre el conservador Valéry Giscard d’Estaing, permanecerá por siempre anclada en su memoria. “Sé lo que representó para todos aquéllos que habían esperado décadas, tantísimo tiempo, para aquel momento”, añadió. “¡Mitterrand ha vuelto!”, declaró la periodista Christine Ockrent tras el primer mitin de Hollande.

A partir de ahí, las similitudes se diluyen en el terreno de la política. Según Hollande, su prioridad será estabilizar las finanzas públicas aumentando los impuestos y manteniendo a raya el aumento del gasto público en un uno por ciento. Sólo entonces lanzará un programa de inversiones de envergadura, aseguró. Mitterrand, por el contrario, en sus primeros años como presidente nacionalizó varias empresas, aumentó un diez por ciento el salario mínimo, recortó la jornada laboral a 39 horas y aumentó las prestaciones sociales.

Entre tanto, al otro lado del espectro, Sarkozy ha estado intentando vestir el manto de De Gaulle, aclamado por haber servido al honor de la nación organizando desde el exilio la resistencia francesa a la ocupación nazi y al régimen colaboracionista. El presidente intenta erigirse como un capitán eficaz para combatir la crisis, un líder fuerte y defensor de los intereses galos al estilo de De Gaulle. “Si no fuéramos el pueblo francés, deberíamos intimidarnos por la tarea, pero somos el pueblo francés”, dijo en un mitin, citando la patriótica respuesta de De Gaulle ante la reconstrucción de Francia tras la II Guerra Mundial.

Como De Gaulle, Sarkozy es un firme creyente en la energía nuclear y en los valores de familia y trabajo. Sin embargo, en oposición al ex presidente conservador, el actual inquilino del Elíseo siente una particular simpatía hacia Estados Unidos. Además, los gaullistas critican sus ostentosos comienzos como presidente, cuando fue fotografiado de vacaciones en el yate de un millonario empresario o junto a Carla Bruni en Euro Disney, lo que habría hecho levantarse de la tumba al ascético general De Gaulle.