Marcelo Bielsa no quiso aceptar la condición de maestro que le puso Pep Guardiola e hizo hincapié en los logros del entrenador catalán para transformar el fútbol de los últimos años, cosa que le convierte a él en alumno del entrenador azulgrana.
«Eso de maestro o alumno está justificado por las obras. Mire la obra de Guardiola y la mía y mire quién es alumno y quién maestro. No, yo no soy el maestro, porque las cosas que yo he construido en el fútbol no justifican esa condición, muchísimo menos si la compara con las que ha construido Guardiola», explicó Bielsa.
En una rueda de prensa en el Miniestadi de Barcelona, donde su equipo se entrenó antes del partido de mañana ante el conjunto azulgrana, la figura de Guardiola estuvo presente constantemente, especialmente tras los elogios que el técnico culé siempre ha dirigido hacia él.
«Me parece que es un entrenador que ha construido un equipo que estableció diferencias con el fútbol que se venía jugando en los últimos 25 años. Y no solo diferencias, sino diferencias a mejor», añadió el «Loco».
«Eso lo posiciona de manera proporcional a la gesta de construir un equipo con un fútbol mejor y diferente, ejecutado por los futbolistas que eligió e imaginado por su impronta», agregó.
Aunque recordó que su relación con Pep es mínima, reducida solo a un encuentro que mantuvieron hace años, Bielsa ha rememorado con humor aquella reunión de casi once horas. «Logré aburrirlo en la hora once, pero me parece que desde el comienzo estaba así y no se animó a irse», bromeó.
«Es la única vez en la vida que lo vi. ¿Lo admiré? Por supuesto. Un jugador emblemático, integrante de un equipo inolvidable y construyó el equipo que construyó. Pero que yo me atribuya una relación… que ojalá la hubiera tenido, porque es una persona muy valiosa y que enriquecería la relación con cualquier ser humano», ha subrayado.
«Es un sueño, una ilusión jugar contra Barcelona. A nadie puede inhibirlo (el Camp Nou), es un desafío difícil. Nunca dirigí ahí», explicó Bielsa, quien recordó el partido de la primera vuelta, que acabó en empate.
Sobre aquel encuentro, señaló que a su equipo «le costó muchísimo lograr que fuera parejo y haber llegado al final habiendo protagonizado un partido igualado».
«A ese equipo le empatamos y pudimos haberle ganado. Recuerdo aquella actuación como una expresión muy importante del Athletic. Uno aspira a que los jugadores que conduce jueguen cerca de su potencial y ese día sucedió eso», aseveró.