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Flavio Mendoza: “Rompí el récord de Olmedo”

El director, coreógrafo, protagonista y coproductor de Stravaganza es el gran ganador de la temporada con 120 mil entradas vendidas en Carlos Paz.

Hace muchos años que quería hacer este espectáculo. Cuando trabajaba con Nito (Artaza) u otros productores, les decía de hacer algo parecido. Quizá no me entendieron o no se animaron a salir de la revista o de un formato que les rendía. Siento que esperé el momento justo para producirlo”, dice el jurado de “Bailando”, quien mira a Antonio Gasalla, Toc toc, Florencia de la V, Camen Barbieri, Aníbal Pachano y Moria Casán desde la cima del Everest, al diario Perfil.

“Ni soñaba ganarles, terminar primero a nivel nacional y romper el récord que tenía el Negro Olmedo en Carlos Paz. A Gasalla lo adoro, lo llamé porque está muy bien con Más respeto que soy tu madre, y me felicitó por lo que logré”, revela Mendoza.

—¿Pagaste derechos para hacer el Aquadance?
—No. El Aquadance fue un invento que hice para hacer un ritmo para ShowMatch. Las coreografías en una pileta las vi en el espectáculo Zumanity de Cirque du Soleil en Las Vegas. Lo traje para un musical de Moria y después me llamaron los productores de Ideas del Sur para hacerlo.

Siendo participante de Bailando 2010, Flavio Mendoza quiso renunciar tras una fuerte discusión con Ricardo Fort. Tinelli lo convenció para que siga después de una reunión privada en su oficina, ubicada en el cuarto piso de Ideas del Sur. “Él vio que fui el que mejor se mostró. Hacíamos una previa divertida y emocionábamos (junto con su compañera, Gisela Bernal) mucho más que Piquín y Noelia el año pasado. Y eso que Hernán es mejor bailarín que yo. Al otro año me eligió como jurado. Tinelli es otro de los hombres de mi vida“, confiesa.

—¿Cuánto te benefició conformar un tríptico medático de “ShowMatch”: Noelia, Cinthia y vos?
—ShowMatch es la vidriera más importante del país. Me puede servir para que la gente sepa que estoy haciendo Stravaganza, pero si no es buena no te pagan una entrada y más si son las más caras como las que tengo yo.

El gran momento de Flavio en lo laboral se refleja en parte en lo personal. El coreógrafo admite que está “muy bien” con alguien, aunque “a veces asusta decir ‘sí, estoy enamorado’ porque del otro lado tenés que recibir lo mismo. Estoy pasando un momento muy bueno, pleno, con las personas que quiero estar. Me siento cuidado y protegido”.

De cualquier manera, siente que el matrimonio no es para él, pero sí contempla la posibilidad de adoptar chicos.

—¿Es decir que no harías el mismo método que utilizó Florencia de la V?
—No. No lo critico pero me parece que es un método egoísta. Es mi forma de pensar. Adoptar es un hecho gigante de amor y que ni siquiera podría ir a elegirlo. Un hijo no se elige porque sea rubio o de ojos claros. Yo, si decido adoptar, diría: “Mandame el que sea necesario que venga”.

—¿En qué vas a invertir la plata que ganaste?
—Tampoco gané tanto como para tirar manteca al techo, o mucho. Me fue muy bien pero soy un tipo que invirtió todo lo que tenía.

—¿Cuánto es mucho? ¿Cinco millones?
—Ojalá pudiera haber ganado cinco millones de pesos. No es lo que gané. Una de las inversiones es terminar de pagar el departamento que les compré a mi mamá y mi hermana en Villa Crespo. Yo mantengo a mi familia y sigo invirtiendo en mis proyectos. Voy a inaugurar mi tercera escuela de artes y acrobacia en abril o mayo en Palermo.

—¿Es caro ir a tu escuela?
—No. Es accesible. La cuota es de 250 pesos por mes con dos clases por semana. Lo que gano lo reinvierto, no me compro un BMW último modelo.

—Imagino que se te incrementó mucho tu caja de ahorro.
—Este último verano estamos muy bien, gracias a Dios.