(Las Grutas, diciembre 25 de 2011/diario Río Negro) – .- Con una temperatura que desde el sábado superó con creces los 30ºC, la ciudad vivió Nochebuena y Navidad con un gran marco de público, que llegó proveniente no sólo de localidades vecinas sino también de provincias como Buenos Aires y La Pampa.
La actividad que se registró durante el fin de semana dejó conformes a comerciantes y prestadores, aunque por el nivel de reservas se aguardaba una afluencia de público un tanto mayor.
«Fue un bue finde y el movimiento de visitantes fue alentador, aunque esperábamos tal vez un mayor número de arribos. Supongo que aunque durante sábado y domingo no se registró escasez de combustible la falta de este suministro durante los días previos, no sólo en la región sino también en otras ciudades, hizo cambiar los planes de algunos que tenían proyectado viajar. Igual, el balance es bueno, y creemos que la masiva presencia de turistas se verá durante el próximo fin de semana, con los festejos del 31» manifestó Carlos Lambertucci, el secretario de turismo.
Según datos preliminares, extraídos de encuestas de las denominadas ‘de mostrador’ realizadas por personal de la cartera turística, Buenos Aires fue la provincia que más turistas convocó, con un 70% de arribos, seguida por La Pampa, con un 20% y en tercer puesto Neuquén y las localidades del valle rionegrino, con un 10%.
También hubo público proveniente de Chaco, San Juan y San Luis, entre otros lugares.
Los grupos de visitantes estuvieron compuestos en primer lugar por familias, seguidos por parejas y grupos de amigos.
Ayer, con una temperatura que alrededor de las 15 marcó 33ºC y fue extremadamente calurosa desde las primeras horas de la mañana, siguió registrándose un gran movimiento vehicular, ya que alentados por el buen tiempo, muchos vecinos de ciudades vecinas optaron por disfrutar el 25 en la playa.
A pleno
Debido a esto, la movida en las bajadas céntricas fue muy intensa, aunque la actividad se trasladó al mar, y numerosos grupos de bañistas disfrutaron de los primeros chapuzones del verano, aprovechando al máximo la frescura del agua.
Durante las celebraciones navideñas, además, los «restó» se mostraron colmados y hubo muchos que optaron por improvisar una celebración al borde del mar, llevando hasta la arena los implementos necesarios para armar una mesa de Nochebuena diferente.