«Santa Cruz está en una situación histórica irrepetible», integrada al país que tiene en Cristina Fernández de Kirchner «una Presidenta extraordinaria y comprometida con la provincia que lleva en su corazón», y que sigue el rumbo marcado por Néstor Kirchner, «que dio la vida por su provincia y su país», afirmó.
Peralta juró ante la Legislatura provincial, donde minutos antes lo hicieron el vicegobernador, Fernando Cotillo, y los veinticuatro diputados, en una sesión especial que se desarrolló en el gimnasio del Centro Polivalente de Arte, en Río Gallegos.
En ese mismo escenario mañana a las 11 jurará el peronista Raúl Cantín, también del FVS, como intendente de la capital provincial que desde 2003 gestionó el radical Héctor Roquel, quien ahora ocupará una banca en la Cámara de Diputados local.
Tras tomar juramento a los siete ministros de su gabinete, Peralta inició su mensaje asegurando que Santa Cruz está en «una instancia histórica» para trazar un «horizonte de crecimiento» y destacó como «dato extraordinario el respaldo excepcional» que tuvo Cristina en las pasadas elecciones.
Ese respaldo al modelo iniciado en 2003 permite ir tras el sueño de «reconvertir la economía» provincial, asentada ahora en la extracción de hidrocarburos y la minería pero también en el empleo público, a partir de obras energéticas como la usina de Río Turbio, el interconectado y las represas sobre el río Santa Cruz, señaló el gobernador.
«Si no fuera por este proyecto, hubiera sido imposible siquiera soñar» con obras de esa magnitud, apuntó Peralta.
El mandatario se refirió también «al escenario de conflictos sociales» -uno de ellos en el sector petrolero- que en el primer semestre de 2011 causaron pérdidas por más de 1.000 millones de pesos a las arcas públicas, y que «se repitieron con matices diferentes en los últimos años».
Al respecto, aseguró que no tolerará «prácticas coercitivas» porque «nadie se puede arrogar facultades por sobre la justicia y tener de rehén» al resto de la sociedad, por lo que instó a trabajar y a mantener «la paz social».
Peralta sostuvo que la concepción política de su gobierno tiene un «eje transversal» hacia la «movilidad ascendente», por lo que seguirá apostando a la educación y al «derecho a aprender» de los alumnos, «el aporte de tecnología, el apoyo al deporte y el combate a las drogas».
También continuará con «la devolución a los aborígenes de las tierras que siempre les han pertenecido», aseguró, luego de recibir en ese mismo acto un poncho santacruceño y otros presentes que le entregaron miembros de la colectividad mapuche tehuelche del norte provincial.
Peralta recibió además emocionado, durante la ceremonia, un casco de seguridad que le obsequió el minero Jesús Carabajal, sobreviviente del accidente en el socavón que en 2004 se cobró la vida de catorce trabajadores en el yacimiento de carbón de Río Turbio.
En su mensaje el mandatario abordó temas a resolver como son el desequilibrio previsional, la merma de profesionales en el sistema de salud pública y la demanda habitacional, en una provincia cuya población «creció el doble que la media nacional», y aseveró estar «absolutamente consciente de los problemas».
Las próximas negociaciones paritarias estarán sujetas «a las posibilidades financieras del Estado», anticipó el gobernador.
De cara a la industrialización provincial, destacó los proyectos ingresados al amparo de una ley de promoción vigente y anunció que buscará «inversiones genuinas, inclusive en los mercados externos» y que mantendrá el apoyo a las pymes y al turismo.
Santa Cruz está «en las mejores condiciones objetivas para el desarrollo productivo», reafirmó Peralta e invitó a afrontar los desafíos y poner fin a «los conflictos sin sentido».