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“La vida nueva”, filme del guionista y director Santiago Palavecino, que se convirtió ayer en el primero de cuatro largometrajes argentinos en ingresar a la competencia oficial de la 33ra. edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, provocó curiosidad en el público a partir de una historia que entremezcla la crisis de una pareja con un intento de asesinato.
La cinta del autor de “La otra vuelta” -un tributo a Haroldo Conti y su Chacabuco Natal-, que transcurre en un pueblo del interior de la provincia de Buenos Aires, se estrenó en septiembre en Argentina y, con la exhibición en el festival habanero, inicia un tour que la llevará a recorrer distintas ciudades del mundo.
“La película no ofrece ninguna respuesta, te plantea problemas morales, yo dejo que los personajes hagan su vida libremente, no me voy a poner a juzgar a una chica porque se acuesta con dos hombres simultáneamente ni a un tipo porque se siente paralizado y cede ante las presiones del poder: lo que me interesaba era usar el cine como herramienta de reflexión”, explicó el autor en charla con Télam.
Con Alan Pauls y Martina Gusmán en los papeles protagónicos, el filme producido por Pablo Trapero relata una trama en la que una red de silencios que se crean en torno del personaje que encarna Pauls, constituye la herramienta que le permite a un poderoso impedir que la verdad salga a la luz.
Sorprendido ante la respuesta de la audiencia cubana, que se involucró con la película, el cineasta advirtió que tal vez ese desconcierto que despertó en los espectadores «esté ligado a que la historia retrata un momento en el que todos los personajes están desconcertados, que no saben qué hacer, ellos saben que después de esos días sus vidas no van a ser las mismas”.
Con dos funciones a sala llena, “La vida nueva” fue elegida para representar a la Argentina junto a “Un cuento chino”, de Sebastián Borensztein; “Ausente”, de Marco Berguer; y “El gato desaparece”, de Carlos Sorín, en la sección largometrajes de ficción, la más demandada años tras año por la mayoría de los espectadores del festival, que ya se palpita en toda La Habana.
El filme cuenta con el apoyo del Instituto Nacional del Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y la Cinéfondation Residence del Festival de Cannes, donde Palavecino escribió una primera versión del guión que se fue modificando con el transcurso de los años.
Martina Gusmán (“Carancho”y “Leonera”, de Trapero) encarna a Laura, una profesora de piano que está embarazada, pero no quiere tener ese hijo, mientras que Alan Pauls debuta en la actuación interpretando a Juan, su marido veterinario que, por el contrario, quiere tenerlo.
La mujer parece obsesionada con las clases que le da a Sol (Ailín Salas), una joven discípula en la que tiene depositada la esperanza de verla hacer una carrera que ella resignó o aún la posibilidad de salir de un pueblo que la asfixia.
“Lo que quería era que la película se pareciera un poco a la vida, que no tuviera fórmulas de guión, sino que retrate cosas que pasan como esta: un hombre y una mujer que están juntos hace tantos años, se quieren y se sienten solos durmiendo uno al lado del otro. Tienen buen sexo, se llevan bárbaro en un punto, pero no se entienden, son dos planetas que chocan”, agregó.
El rol de la música es relevante en esta historia y fue el mismo Palavecino quien ejecutó el piano que tocan los personajes que interpretan Gusmán y Salas. “Mi destino era ser músico, soy músico desde los cuatro años”.
“El personaje de Alan casualmente es el que está afuera de eso, es el único no músico, no habla la lengua de la música, quiere entrar y no puede. Lo que dicen los personajes no es muy importante, todo el mundo sabe que se está mintiendo, la palabra tiene un valor fugaz”.
En cuanto a la elección del escritor Alan Pauls como protagonista del filme, el director indicó que fue una idea de Trapero. “Tenía muchos amigos comunes con Alan pero no lo conocía, lo llamamos, se tomó 24 horas para pensarlo y dijo que sí”.
“Alan lo que tiene es disciplina como el actor americano de cine clásico, que aspira a ser preciso, él sabe que tiene un rostro muy cinematográfico y tiene una buena relación con la cámara, sabe cómo mirar y moverse”.
Tras la buena experiencia que significó para Palavecino trabajar con él, Alan Pauls será el protagonista de su nueva película, una adaptación de la novela “Entre mujeres solas”, del italiano Cesare Pavese, que está narrada en primera persona por una mujer y que habla sobre el suicidio.