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Los pingüinos de penacho amarillo llegaron a las costas de Puerto Deseado

La localidad de Santa Cruz se convirtió en el único lugar de la Argentina continental desde donde la gente puede acercarse a esos animales, informaron fuentes de turismo local.

El pingüino de penacho amarillo, uno de los más hermosos de la especie.

(Puerto Deseado, octubre 13 de 2011/Télam) – Si bien la colonia de estos animales, que se caracterizan por ser pequeños, de ojos rojos y con largas cejas amarillas, se instaló en la Isla Pingüino, desde Deseado es fácil recorrer las 11 millas náuticas (unos 20 kilómetros) que la separan de la costa, para ir a observarlos.

Unas 30 mil de estas aves llegan todos los años, entre octubre y abril para tener sus crías en esa isla, involucrada en una zona cuya importancia ambiental determinó que se proyecte la creación de un parque nacional orientado a la preservación de la fauna marina y costera.

El pingüino de penacho amarillo -Eudyptes chrysocome- es el más pequeño de la familia, con una altura de 55 centímetros y un peso de tres kilos y medio, y como toda esa especie se alimenta de krill, calamar, pulpos, pescados, moluscos, plancton y crustáceos.

«Los estudiosos estiman su población mundial en poco más de tres millones, y se han detectado tres grandes grupos: uno en Argentina y Chile, otro al sur de Nueva Zelanda y el tercero en el Océano Índico».

En Argentina también viven en las Malvinas y en las islas subantárticas, lugares inaccesibles para el público local en general.

«Pese a su aspecto simpático, estas aves son sumamente agresivas si perciben algún peligro para sus crías. Acostumbrados al ataque de depredadores, son capaces de emprenderla a picotazos con cualquier intruso, incluyendo a los turistas desprevenidos», añade el texto.