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La AFIP eliminó más de 100 mil artículos nocivos

Los productos fueron secuestrados por la Aduana en los últimos dos años. Se trata de termos, celulares, relojes y neumáticos, considerados nocivos a la salud o no enmarcados en normas vigentes.

Una oruga destruye miles de termos metálicos truchos. (Telam)

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) destruyó ayer alrededor de 1.400 metros cúbicos de mercadería ilegal de diversas características, que fueron secuestradas a lo largo de los dos últimos años en 30 puntos aduaneros del país.

El director Regional de la Aduana de Mendoza, Raúl Alfredo Bustos Cara, dijo que la destrucción de mercadería ilegal realizada en la Planta de Tratamientos de Residuos Clear, en el departamento mendocino de Maipú, busca «proteger la industria nacional, la salud de la población y el medio ambiente».

En la planta, ubicada en el distrito Barrancas de Maipú, fueron destruidas 85.000 cajas de cigarrillos, 60.000 pilas usadas, 17.000 termos tóxicos (de origen asiático) 12.000 CD+s y DVD+s falsificados, 5.000 baterías, 2.700 relojes pulsera, 2.500 celulares y 1.200 neumáticos. «Este proceso nos ha llevado alrededor de 45 días para destruir mercaderías provenientes de Mendoza, La Plata, Córdoba, Rosario, Río Gallegos, Salta y Posadas por ser mercaderías prohibidas», detalló a la prensa Bustos Cara.

Acerca de las mercaderías contaminantes se refirió a «cientos de termos (de origen asiático) que estaban siendo destruidos con una máquina oruga».

El Director Regional de la Aduana mendocina explicó que «la mercadería secuestrada tiene dos orígenes: uno de maniobra ilícita en el delito de contrabando, violando control de frontera o mercadería importada que en el momento de la verificación, nuestros funcionarios advierten que hay incumplimiento normativo y en función de eso se prohíbe su ingreso al país».

En tanto, otra tipología fue la de los neumáticos, porque no reunían «las condiciones técnicas y de seguridad para su uso».

Por las características y amplitud de la planta, la AFIP realizó en Mendoza la destrucción de las mercaderías secuestradas en todo el país, de los cuales muchos desechos (cigarrillos por ejemplo) se reciclan para la producción de orgánicos para el agro.

Este tipo de mercaderías presenta un riesgo potencial para la salud de la población y, por ese motivo, se impidió su comercialización y se anuló la posibilidad de ser donada.