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Para el violinista y compositor Pablo Agri, el tango “vive un gran momento creativo”

Convertido en una de las referencias más refinadas y persuasivas de la escena musical argentina, Agri señaló que se trata de una situación forjada por un conjunto de creadores e intérpretes que, sin embargo, tienen «dificultades» para encontrar un espacio de difusión en los medios de comunicación.

 

«Hay mucho movimiento en el tango de este tiempo. Se está escribiendo mucha música nueva. No toda me gusta, pero no por eso hay que desconocer lo que se está gestando», afirmó Agri en una entrevista concedida a Télam, antes de arrancar el ciclo en que compartirá escenario con el trío Quasimodo.

Heredero de la excelencia musical de su padre, Antonio -también violinista-, Agri lidera una formación que completan Emiliano Greco en piano, Lautaro Greco en bandoneón y Juan Pablo Navarro en contrabajo.

El cuarteto comparte el ciclo que arranca este jueves 9 -a las 22 en el Centro Cultural Torcuato Tasso- con Quasimodo, una ascendente formación integrada por Daniel Ruggiero (bandoneón), Adrián Mastrocola (piano) y Crsitian Basto (contrabajo), que apela a un lenguaje que parte de la tradición para rozar los contornos del jazz y la música de cámara.

«La idea de este ciclo, precisamente, es juntar a la gente joven que está haciendo música nueva en el tango, que participa de este movimiento que se gesta en el género», expresó Agri.

El violinista celebró la sociedad musical con Quasimodo y enfatizó la coincidencia de que se trata de una formación que, al igual que en su caso personal, reconoce y se afirma en una determinada historia musical.

«En Quasimodo está Daniel Ruggiero que, como yo, siguió el camino musical de su padre, con el mismo instrumento (Daniel es hijo del bandoneonista Osvaldo `Tano` Ruggiero). Hay un camino común», apuntó.

En el concierto de este jueves -adelantó Agri- habrá «un segmento de música tradicional y otra mitad de música nueva. Y es probable que también un final conjunto con Quasimodo».

En el primer tramo, el repertorio del cuarteto comprenderá algunos tangos clásicos como «El choclo», «A media luz», y las obras de Astor Piazzolla «Los poseídos» y «Adiós Nonino», para internarse en composiciones propias y en piezas como «SP de nada», de Antonio Agri.

El violinista precisó que el ciclo es producto de este momento creativo del tango, aunque reconoció que «hubo una generación que se perdió» y tornó más difícil el diálogo entre los intérpretes del género.

«Hoy en el tango hay gente de 70 años y después venimos nosotros (Agri tiene 43). En el medio hay una generación que se perdió», aseguró el músico.

Entre las presencias más seductoras del actual circuito del tango, el violinista eligió mencionar al pianista Cristian Zárate, a los bandoneonistas Pablo Mainetti y Horacio Romo y a la formación Viceversa, a la que pertenecen Lautaro y Emiliano Greco, también integrantes de su cuarteto.

A pesar del dinamismo que -asegura- reviste este momento histórico, Agri se lamentó de que «ni en radio ni en televisión» hay demasiados espacios para difundir a los músicos de este tiempo.

«Cuando tocás afuera quizá tocás para dos mil o tres mil personas. Y eso es simplemente porque hay promoción. En Argentina se difunde poco la música propia. Y, como dice la frase, no se compra lo que no se conoce», analizó.

Agri reveló que tiene expectativas de que «se respete más» a la música argentina una vez que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual «tenga vigencia en forma completa», y alentó una mayor intervención estatal en el campo cultural para estimular la protección de la música propia.

«No puede ser que en Buenos Aires, donde se está escribiendo y tocando tanta música nueva, exista este problema de difusión», concluyó.

Agri se presentará al frente de su cuarteto todos los jueves de junio a las 22 en el Centro Cultural Torcuato Tasso, Defensa 1575, Capital.