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Decenas de muertos por la represión en Siria

Al menos 35 manifestantes murieron bajo las balas policiales, durante las protestas en reclamo de la dimisión del presidente sirio, Bashar al Assad.

 

(Damasco, abril 22 de 2011/Télam) – Al menos 35 personas murieron hoy en protestas antigubernamentales en Siria en las que miles de manifestantes salieron a la calle para reclamar la salida del poder del presidente Bashar al Assad, pese a que se levantara el estado de excepción vigente desde hace casi 50 años.

Antes de las oraciones semanales del viernes, que a menudo han sido el inicio de las principales manifestaciones, el Ejército sirio se desplegó en Homs y la policía estableció puntos de control en Damasco.

La mayoría de las víctimas fallecieron en la ciudad de Azraa, a unos 30 kilómetros de Daraa, sur de Siria, y otros siete manifestantes fueron abatidos en la capital Damasco, informó la agencia de noticias DPA.

«Había francotiradores apostados en los edificios que mataron al menos a 18 personas en Azraa, entre ellas un niño», sostuvo un activista citando a fuentes hospitalarias en esa ciudad sureña.

«El régimen está cometiendo una masacre contra su propio pueblo», dijo y precisó que la mayoría de los muertos recibieron disparos en la cabeza.

De acuerdo con el grupo opositor Syria Revolution de Facebook, en la ciudad de Homs perdieron la vida Mohammed al Kaheel y el joven de 17 años Motaz Roba.

En la ciudad de Hama, donde el padre de Asad aplastó un levantamiento islamista hace cerca de 30 años, un testigo indicó que las fuerzas de seguridad abrieron fuego para evitar que los manifestantes llegaran a las oficinas centrales del gobernante Partido Baath.

Además, en Daraa, donde desde que comenzaron las protestas el pasado 15 marzo han tenido lugar los incidentes más violentos, murió al menos una persona y otras 59 resultaron heridas, indicaron fuentes opositoras.

En otras ciudades del país las fuerzas de seguridad hirieron también a numerosas personas cuando intentaban dispersar las protestas con gases lacrimógenos y con munición real.

Por su parte, la agencia estatal de noticias SANA, dijo que las fuerzas de seguridad sirias arrestaron a «numerosos miembros de los hombres armados».

A su vez, el diputado del Parlamento sirio Jaled Aboud dijo a la cadena de noticias Al Jazzira que las informaciones difundidas forman parte de «una conspiración contra Siria» y que «en torno a un 90 por ciento de los sirios» no cree las informaciones de ese canal de noticias radicado en Qatar.

Los organizadores de las protestas llamaron en Facebook a todos los manifestantes a «llevar eslóganes que sean contundentes a la hora de expresar las demandas justas acuñadas por la revolución».

Miles de opositores al gobierno se manifestaron hoy de nuevo tras los rezos del viernes para demandar la salida el poder de Assad, después de que éste levantara el estado de excepción en vigor desde 1963 y que le permitía prohibir manifestaciones no autorizadas.

Además, otorgaba al gobierno poderes adicionales para hostigar y perseguir a disidentes. También fue abolido el Tribunal de Seguridad de Estado y se levantó la prohibición a las protestas siempre y cuando estén aprobadas por el Ministerio del Interior.

Sin embargo, las manifestaciones de hoy no cuentan con la autorización requerida, cuyo trámite lleva varios días.

Organizaciones como Human Rights Watch exigieron que la decisión vaya acompañada de medidas concretas para poner fin a la violación diaria de derechos humanos a manos de las fuerzas de seguridad.

A su vez, los activistas de la organización demandaron al presidente que liberara a todos los presos políticos y abriera investigaciones sobre los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad contra manifestantes.

«Las reformas sólo serán significativas si los servicios de seguridad sirios dejan de disparar, detener y torturar a manifestantes», aseveró el vicedirector para Cercano Oriente de Human Rights Watch, Joe Storck.