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Real Madrid se llevó la Copa del Rey

El Real Madrid de Angel Di María, con un gol de Cristiano Ronaldo en la prórroga, se impuso hoy al Barcelona de Lionel Messi en la final de la Copa del Rey y conquistó el trofeo luego de 18 años, después de desplegar un juego asfixiante sobre su archirrival en el césped de un colmado estadio de Mestalla, en Valencia.

El equipo "Merengue" campeón en la Copa del Rey.

“¡Barsa, cabrón, saluda al Campeón!” clamaron las cerca de 20.000 almas blancas que abarrotaron las tribunas del estadio de la ciudad de Valencia, y que estaban ansiosos de festejar un título tras dos temporadas de sequía en todas las competiciones.

La otra mitad, los culés, se retiraron del campo envuelta en la decepción y a la espera de una revancha en los próximos dos clásicos que en pocos días enfrentarán a ambos equipos por las semifinales de la Liga de Campeones de Europa.

La última conquista merengue fue la liga de la temporada 2007/2008, y a partir de ahí la supremacía nacional fue del Barcelona de Pep Guardiola. La Copa del Rey se le resistía a los blancos desde la temporada 1990/1993. Ahora acumulan 18 copas aunque el Barcelona sigue siendo el “Rey” con 25 trofeos.

Los dos colosos del fútbol español no se veían las caras en una final de la Copa del Rey desde hace 21 años, por lo que para los hinchas de ambos clubes esta cita pasará a la historia.

Hace dos décadas, el duelo cayó del lado del Barcelona, gracias a dos goles de Guillermo Amor y Julio Salinas, pero esta vez la historia fue otra y un gol de Cristiano Ronaldo, de contragolpe, le bastó al Real Madrid para tumbar al todopoderoso Barcelona.

La tensión marcó el encuentro desde el primer minuto, pero fue el Real Madrid el que, en un principio, supo manejar esta final con mayor inteligencia; inclusive mostró una cara mucho más agresiva que la del sábado pasado en el clásico disputado en el Santiago Bernabéu, cuando sacó un empate por 1-1.

En los primeros diez minutos de juego, el Barcelona, nervioso, no fue capaz de hacer su juego, no encadenó pases, y no pudo crear, por lo que no se parecía en nada a sí mismo; Messi estaba desquiciado y no lograba conectar con sus compañeros, mientras el mediocampo del Barcelona sufría la presión del conjunto blanco.

Por el contrario, los dirigidos por José Mourinho salieron muy agresivos, cerraron muy bien los espacios del Barsa y también buscaron profundidad a través de Ronaldo y Di María, y así encontraron tres claras ocasiones de gol frente a ninguna del Barcelona.

Una vez más, Pepe fue el guardián del muro del Real Madrid que en el primer tiempo anuló completamente a la delantera culé.

El Real Madrid dirigió la orquesta, mientras el Barcelona buscaba encontrar el ritmo, la sintonía que siempre toca. Así, tras un par de llegadas del Real Madrid al área del Barcelona, Mascherano salvó en la línea de gol la primera ocasión clara para los blancos en el minuto 11 del primer tiempo. La jugada blanca fue obra de Cristiano Ronaldo, quien superó con un remate cruzado a Pinto, cuyas espaldas cubrió el implacable “Jefecito”.

El Real Madrid avisaba y el partido se volvía más denso. Los choques cuerpo a cuerpo calentaban el encuentro, que comenzaba a dejar amonestados. El primero fue Pepe, que derribó a Pedro sobre la banda, y antes había marcado su territorio sobre Messi, quien en el segundo tiempo recibió una amarilla por impedir que el Real sacara un tiro libre.

En medio de este campo de batalla, el Real Madrid se lanzó nuevamente al ataque de la mano de Özil que habilitó a Cristiano, quien remató en el aérea, flojo, a las manos de Pinto. Era el minuto 29 y el Real Madrid suspiraba por una nueva oportunidad perdida. El equipo de Mourinho, sin embargo, insistió con su estrategia, y seis minutos después, Cristiano volvía a rematar ante Pinto, que esta vez salvó el gol con un paradón.

En la recta final del primer tiempo, el Barcelona comenzaba a tener algo más de control pero no lograba llegar con claridad. El esfuerzo del Real Madrid tampoco tenía recompensa ya que en el minuto 44 la suerte estuvo del lado del Barcelona cuando Pepe cabeceó un centro de Özil superando a Alves y estrelló la pelota en el palo derecho de Pinto.

El descanso llegó como un balón de oxígeno para el Barcelona, que al regresar al campo de juego cambió la historia del partido.

Pedro, a los cinco minutos, avisó con un disparo que se fue afuera por poco. Messi se reencontró con Álves, e Iniesta, que había brillado por su ausencia, también apareció.

El argentino se iluminó y buscó el arco de Casillas por primera vez con un zurdazo en el minuto 65 que se fue demasiado alto. Tres minutos después llegó lo que más ansiaba el Barcelona, que era enviar la pelota al fondo de la red. Sin embargo, el gol fue bien anulado por el arbitro. Messi, en una jugada mágica, dejó en el camino a tres hombres y le entregó la pelota a Pedro, que estaba en off-side. Poco después, un disparo de Messi y otro de Pedro exigieron al máximo a Casillas e hicieron temblar Mestalla.

Luego, Iniesta estuvo a punto de marcar en el minuto 82. Si en el primer tiempo el dominio claro fue del Real Madrid, en el segundo el Barcelona volvió a ser el equipo conocido en el mundo entero por su juego de control, toque y gol.

A pesar de este cambio, el conjunto blanco no bajó los brazos y siguió buscando el gol y casi lo encuentra con un gran disparo de Di María sobre en el minuto 90, pero Pinto consiguió salvar el arco azulgrana. Ya en la prórroga, Cristiano Ronaldo hizo salar las alarmas con un disparo que no entró por muy poco, tras rematar cruzado luego recibir un pase increíble al hueco de las botas de Xavi Alonso. En la segunda ya no perdonó.

En una gran jugada, Marcelo hizo una pared con Di María, y el argentino envió un centro a Cristiano que remató de cabeza al segundo palo sin que Pinto pudiera hacer nada para detener el balón. Era el minuto 103 cuando el estadio rugió, la hinchada blanca festejó al acariciar la Copa.

Pero todavía quedaban minutos por delante. Messi y Pedro intentaron jugar pero no consiguieron nada. El Real Madrid, en cambio, tuvo la chance de sentenciar el encuentro cuando un disparo de Adebayor disparado por Pinto cayó en Cristiano, que mandó la pelota al córner. José Mourinho, muy inteligente, hizo los cambios que le quedaban para ganar tiempo.

El Barcelona comenzaba a desesperarse pero también llegaba.

En ese momento apareció Di María con una falta sobre Messi que le valió la expulsión. Fue la anécdota del partido, porque esta vez nadie recordará que el Real Madrid terminó el partido con diez, como suele quejarse Mourinho.

El triunfo de hoy, más allá del deseado título, supone un importante impulso anímico para el Real Madrid de cara a la semifinal de la Liga de Campeones de Europa, cuando volverá a enfrentarse al Barcelona de Pep Guardiola el 27 de abril en el Santiago Bernabéu y 3 de mayo en el Camp Nou.

El técnico portugués José Mourinho figuraba entre los pocos que habían logrado poner freno al “Pep Team”, y la hinchada confiaba en él aun cuando símbolos madridistas como el argentino Alfredo Di Stéfano cuestionaron su planteamiento ultradefensivo contra el Barsa, que hoy volvió a repetir aunque buscando mayor profundidad.

“Mou” será recordado como el que devolvió el orgullo al Real Madrid asistiendo un duro golpe al imparable Barcelona de Guardiola, quien desde que llegó a la dirección técnica del club catalán consiguió ocho títulos (primer triplete de la historia, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes 2009, y Liga y Supercopa de España en 2010).