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Luciano Benjamín Menéndez sumó otra prisión perpetua en Tucumán

El tribunal oral federal de Tucumán condenó hoy al represor Luciano Benjamín Menéndez a la pena de prisión perpetua e inhabilitación absoluta y perpetua por la comisión de delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura.

Este es el tercer juicio contra Menéndez en los tribunales federales tucumanos y en todos los casos fue encontrado culpable.

El tribunal lo consideró responsable de «homicidios doblemente agravados y violación de domicilio», en la denominada causa Romero Niklison, en la que se investigan los homicidios de cinco personas cometidos durante la última dictadura militar.

Las víctimas de ese hecho fueron María Alejandra Niklison, Fernando Saavedra, Juan Carlos Meneses, Eduardo González Paz y Atilio Bransen.

El tribunal, además, decidió unificar la condena a la pena impuesta con la dictada anteriormente en la causa «Guillermo Vargas Aignasse» en la que Menéndez también fue condenado a prisión perpetua.

También fue condenado a prisión perpetua e inhabilitación absoluta y perpetua el otro imputado en la causa, el comisario (r) Roberto Albornoz.

Por otra parte, los jueces resolvieron diferir el pronunciamiento sobre la forma de cumplimiento de la pena de prisión impuesta a Menéndez y a Albornoz, por lo que ambos seguirán con arresto domiciliario.

Menéndez tuvo la posibilidad de hablar antes de conocerse el fallo y desde el country de Yerba Buena, donde permanece alojado por razones de salud, defendió por videoconferencia la tesis de guerra que viene sosteniendo en cada juicio que afronta por crímenes de lesa humanidad que se cometieron cuando era jefe del Tercer Cuerpo del Ejército.

En uso del derecho a decir sus últimas palabras en el juicio por el presunto fusilamiento de cinco montoneros ocurrido el 20 de mayo de 1976 en el Barrio Echeverría, Menéndez desconoció a los militantes como víctimas y justificó el accionar militar contra a los que él llama “terroristas marxistas”.

“Nuestros enemigos eran los terroristas marxistas y jamás se persiguió a nadie por sus ideas políticas nacionales. El gobierno militar era una cosa y la guerra contrarrevolucionaria, otra”, dijo como argumento.

Por su parte, el ex comisario Roberto Heriberto Albornoz, también imputado en la causa, decidió no hablar antes de finalizar el juicio.

En la casa de la familia, ubicada en el barrio Echeverría, de la capital tucumana, el 20 de mayo de 1976, María Romero Niklison mantenía una reunión con otros cuatro militantes de la organización Montoneros.

De acuerdo con constancias del expediente, fuerzas conjuntas del Ejército y de la policía provincial tomaron por asalto la casa de los Romero Niklison y, simulando un enfrentamiento, asesinaron a todos los moradores.

Uno de ellos, Fernando Saavedra Lamas, había logrado huir pero fue acribillado en una iglesia cercana, donde trató de esconderse.

Los cuerpos sin vida de las víctimas fueron llevados a la jefatura de la policía de Tucumán y posteriormente inhumados en fosas comunes ubicadas en el cementerio del Norte de San Miguel de Tucumán.

Este es el tercer juicio contra Menéndez en los tribunales federales tucumanos y en todos los casos fue encontrado culpable.

El primer juicio oral, celebrado entre julio y agosto de 2008, había sido sustanciado debido a la desaparición del ex senador provincial justicialista Guillermo Vargas Aignasse, hecho ocurrido en 1976, en la madrugada del golpe de Estado.

Durante el primer proceso, el mismo tribunal condenó a prisión perpetua a los dos únicos imputados: Antonio Bussi, entonces jefe militar de Tucumán, y a Menéndez, titular del III Cuerpo de Ejército (con asiento en Córdoba), de quien dependía el primero.

Luego, el 8 de julio del año pasado, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal, integrado por Carlos Jiménez Montilla, Gabriel Casas y Josefina Curi, condenó a Menéndez por la causa sustanciada debido a los padecimientos sufridos por 22 personas en el centro clandestino de detención que funcionó durante la dictadura militar en la ex jefatura de Policía.

Los jueces condenaron a Menéndez y a Albornoz a prisión perpetua, mientras que impusieron 18 años de prisión a Luis de Cándido, también ex policía.