Todo lo que pudo suponer Juan José López a la hora de preparar este primer gran partido no quedó reflejado en el José María Minella de Mar del Plata, más allá de algunas buenas actuaciones individuales –Juan Pablo Carrizo- y el tándem Erik Lamela-Manuel Lanzini que le permite soñar con dos auténticos creadores nacidos en el club.
La línea de tres fue el punto más flojo de un equipo totalmente descompensado. Ni Jonatan Maidana, ni Alexis Ferrero, ni Adalberto Román le dieron seguridad a un Carrizo que, como de costumbre, evitó un daño mayor. Es el segundo llamado de atención para el entrenador «millonario», contando el primer partido del verano frente a Racing.
Y si los del fondo se vieron desbordados en parte fue porque los «carrileros» Paulo Ferrari y Roberto Pereyra no pudieron con la difícil doble función de ataque y defensa, porque cuando subieron les fue casi imposible brindarles protección a los zagueros Maidana y Román, respectivamente.
Con un Josepmir Ballón totalmente desdibujado –acaso el peor rendimiento individual del encuentro-, Matías Almeyda se encontró desbordado y en varias ocasiones recurrió a la falta para frenar los embates rivales. Se vio cuando «atendió» a Pablo Mouche en los primeros minutos de juego y en la terrible patada que le propinó a Martín Palermo más tarde.
Lamela y Lanzini, en cambio, aportaron algo de frescura. El primero se calzó la «10» que dejó Ariel Ortega y no se achicó. Mostró personalidad y tuvo buenas intenciones, pero el escaso peso ofensivo del River equipo lo perjudicó. Lanzini, en tanto, evidenció algunos signos de madurez, aunque por ahora innecesarios para ser determinante.
Mariano Pavone fue la cara de la impotencia de River. Solitario bajo la custodia de un verdadero ejército de Boca, jugó todo el partido de espaldas al arco y obviamente no creó peligro para el arco de Javier García, sólo amenazado por algunos buenos tiros de media y larga distancia. «Cambiar para no volver a sufrir» es la premisa de River en lo que queda de la pretemporada. Y en diez días tendrá revancha.