La selección vive el día a día, y en el interinato de Sergio Batista algunas cosas van cambiando con respecto al ciclo de su antecesor Diego Maradona: mañana, en la primera práctica en el predio de Ezeiza, la cita será por la mañana para luego los jugadores puedan quedar libres por la tarde.
Desde las 10 se encontrarán todos los jugadores con el cuerpo técnico en el complejo, incluso los que recién habrán llegado al país desde Europa: Mariano Andújar, Esteban Cambiasso, Diego Milito y Walter Samuel, Sergio Agüero, Javier Zanetti, Ever Banega y Javier Mascherano.
Uno de los rasgos característicos del ciclo Maradona fueron sus prácticas siempre por la tarde con atención a la prensa luego de los entrenamientos. A lo largo del año y medio que estuvo Diego al frente del equipo nacional fue negociando el plan de trabajo con los jugadores los trabajos para cada partido amistoso internacional o encuentro por eliminatorias.
Sergio Batista, junto con sus colaboradores José Luis Brown y Alberto Rodríguez, no será la excepción y las charlas de consenso que se iniciaron en Dublín continuarán esta semana en Ezeiza. La idea es allanar el camino de la continuidad.
El cronograma de fechas le permitió a este nuevo cuerpo técnico contar con los jugadores por seis días antes del encuentro ante España y en el dar y ceder, Checho le pidió a los jugadores concentrar el fin de semana para tener una estadía «sin sorpresas» en Buenos Aires.
En su camino para transformarse de interino a técnico oficial, Sergio Batista ha tendido puentes: primero con sus palabras componedoras tanto con Maradona como con Bilardo; segundo, en el presente con los dirigentes para mantener un perfil bajo y aceptar el tono popular de sus decisiones a corto plazo y en tercer lugar con los jugadores para buscar su apoyo implícito y explícito que se ha puesto de manifiesto desde Dublín. Ayer, Messi lo volvió a respaldar públicamente.
Cambia, todo cambia… y como un político previo a las elecciones, Sergio Batista sigue en su política de seducción para asegurarse su continuidad como técnico de la selección luego del período de interinato. El tiempo pasa y los guiños desde Viamonte prometen traducirse en realidad, aunque teniendo en cuenta los actores que están en juego, no hay ninguna seguridad sino sólo indicios.
Fuente: La Nación