Si bien es cierto en la mencionada oración a Massa no se le pide explícitamente que deje pasar a Alonso, sí lo hace entre líneas. “A buen entendedor, pocas palabras”, reza el refrán.
Por ello, no sorprendió cuando a los pocos minutos el brasileño se dejó superar por Alonso, en una maniobra muy cuestionada y que a Ferrari le costó cien mil dólares y el repudio generalizado de los aficionados a la categoría.
Es que a excepción de los parciales de Alonso, la maniobra no gustó a nadie. Por ejemplo, mientras en la transmisión televisiva española pedían a gritos que Massa se dejara pasar y celebraron cuando se consumó el hecho, en la sala de prensa de Hockhenheim no hubo aplausos cuando el asturiano cruzó la meta como vencedor. Tampoco el público mostró mucha efervescencia para saludar al asturiano tras su victoria.
Ni hablar de los ataques arteros de sus pares. Por ejemplo, Christian Horner, director de Red Bull declaró que “Alonso no necesita que le regalen carreras. Lo que pasó fue una lástima para los aficionados a la Fórmula Uno”.
Ferrari ya tiene prontuario en cuando a controversiales órdenes de equipo se refiere. Ya en los tiempos de Michael Schumacher en la escudería el uso y abuso de esta práctica redundaron en que la FIA la prohibiera. Claro que en aquellos tiempos sí era escandaloso, puesto que el brasileño Rubens Barrichello le cedía la punta a mediados del campeonato a pesar de estar muchos puntos tras el alemán. Ahora, en cambio, Alonso necesitaba con urgencia las unidades para recortar la ventaja con los líderes del torneo, en una lucha donde Massa no está entreverado.
Como sea, “el fin justifica los medios” no es una frase que conforme a los aficionados tuercas. Pero todo indica que las órdenes de equipo seguirán existiendo, más todavía cuando los castigos sean sólo pecuniarios y no en el resultado de la prueba (Ferrari fue multado con cien mil dólares, pero los pilotos no perdieron los puntos).
Tal vez allí sí cambie la cosa.