David Nalbandian está hecho para este tipo de situaciones. Hoy volvió a demostrar que es así. La Copa Davis es su obsesión y es capaz de olvidarse de su participación en el circuito para prepararse física y mentalmente para jugarla. Esta vez tenía una prueba muy difícil, ya que enfrente estaba Rusia, hasta hoy invencible para argentina jugando en Moscú, y con un invicto como local que llegaba a 15 años. Y superó ampliamente la prueba. La victoria de esta mañana ante Mikhail Youzhny (14º en ranking) por 7-6, 6-4 y 6-3 llegó para coronar una serie que el mismo David había inaugurado el viernes con una victoria ante un viejo conocido suyo: Nikolay Davydenko (6º en el ranking). El 3-2 conseguido en el estadio Olímpico de la capital rusa, le dio al equipo de Tito Vázquez la clasificación a semifinales, donde enfrentará a Francia como visitante, entre el 17 y 19 de septiembre.
El primer set fue tan parejo que necesitaron el tie break para encontrar una definición. Nalbandian, que tuvo algunos problemas para cerrar sus puntos de saque en el quinto (Youzhny tuvo dos break points) y séptimo game, mostró chispazos de su enorme talento sobre el final y pudo haber quebrado en el duodécimo parcial. Con el saque del ruso y 6-5 arriba, presionó sobre el segundo saque y lo puso 15-40 con un muñecazo de revés con ángulo que aplaudieron hasta los rusos. Pero no lo pudo definir y llegó al desempate, donde el cordobés se impuso por 7-5.
No aflojó Nalbandian tras haber ganado el primer set. Tampoco se derrumbó Youzhny. Entre los dos armaron un partido de alto nivel. David pudo haber quebrado en el segundo game, pero el ruso salió a flote. Muy firme con su servicio y con su revés funcionando el cordobés tuvo otra chance en el noveno parcial y no la desaprovechó. Se le escapó el primer break point, pero en el siguiente martilló sobre el revés del local hasta que lo hizo dejar una pelota en la red. Ahí sí, con la ventaja en su poder, cerró el set con autoridad.
El tercer set ya encontró a un Youzhny más golpeado. Y David lo aprovechó de entrada, cuando le quebró en el primer game para demostrarle que no le iba a dar ninguna chance de levantarse. A partir de ahí, el cordobés manejó mentalmente el partido hasta que en el noveno parcial el ruso tiró la toalla y desató la fiesta argentina.
Argentina consiguió su segunda victoria seguida como visitante después de 29 años. La última vez había sido en 1981, cuando venció a Alemania 3-2 y a Rumania 5-0. Y alcanzó las semifinales por sexta vez desde que regresó al Grupo Mundial, hace ocho años,. Pero, lógicamente, quiere más. En poco de dos meses visitará a Francia para tratar de alcanzar la tercera final de la década. Si se supera esa instancia, esperará una nueva definición en casa, ante República Checa o Serbia.