Animales, guerreros, piratas y estrellas

Distintos apelativos usados habitualmente por la prensa y por los hinchas de los distintos paises para identificar a su selección seran usados a lo largo de este Mundial. Animales, guerreros, estrellas y hasta piratas identifican a los equipos. La historia de los apodos.


“Socceroos, Black Stars, Weisse Adler”, titulaba un medio de comunicación alemán tras el sorteo del Mundial 2010, el pasado 4 de diciembre en Ciudad del Cabo, en referencia a los rivales de la selección germana en el torneo que se disputará en Sudáfrica: Socceroos es el apodo de la selección australiana, Black Stars es el de Ghana y Weisse Adler (Águilas Blancas) es el sobrenombre de Serbia



El pasado marzo, la prensa gala resumía la derrota de Francia ante España por 0-2 con “La Roja derriba a les Bleus”. Esta tendencia a titular con los apodos de los equipos será frecuente en la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010, que se disputa por primera vez en un continente amante de los sobrenombres.



Los futboleros tendrán que acostumbrarse, ya que si no lo hacen se las verán y desearán para entender por qué las noticias hablan de elefantes aplastados por zorros del desierto, un fenómeno de lo más inusual recogido por un periódico argelino en enero, cuando la selección nacional (los Fénecs, o Zorros del Desierto) ganó a los Elefantes de Costa de Marfil en la Copa Africana de Naciones.



Los grandes felinos y otros animales poderosos suelen dominar la jungla de los apodos africanos, tal vez debido en parte a los estereotipos europeos, que perduran todavía. Pierre Lanfranchi, profesor en la Universidad de DeMontfort de Leicester (Gran Bretaña) e historiador de fútbol de gran reputación, defiende que los jugadores africanos, además de potencia, también tienen buenas cualidades técnicas, y por ello piensa que la referencia a animales poderosos no hace completamente justicia a sus muchas cualidades. Inicialmente, los mejores jugadores africanos eran siempre presentados por la prensa europea como primitivos y sus cualidades eran heredadas de sus lazos con la naturaleza animal. Eusebio era comparado a una pantera, Ben Barek a un felino, Salif Keita a una gacela, etc.



“Había entre los periodistas europeos una dificultad para justificar que los africanos pudieran tener un juego científico, una buena técnica”, señala el experto. Según Lanfranchi algunos apodos africanos nacieron como respuesta a otros existentes de equipos rivales en el continente. “La referencia a los Fénecs argelinos es tardía con las primeras apariciones en la prensa a principios de los ochenta y pareció una respuesta a los Leones Indomables de Camerún o a los Elefantes de Costa de Marfil”, explica. “Se puede constatar que la relación con animales salvajes se ha convertido en una obligación hoy en día para los equipos africanos y que estas asociaciones son ya de uso corriente”, añade.



Los organizadores sudafricanos de esta Copa Mundial son una de las excepciones a la regla y disputarán el torneo en casa con el ya asentado en los corazones de la nación Bafana Bafana (“Chicos, Chicos”, en zulú). En 1992, cuando la selección nacional sudafricana volvió a las competiciones internacionales, tras la caída del apartheid, un periodista que trabajaba en un diario de Soweto acuñó el término. Se dice que el término nació porque los equipos eran dirigidos por hombres veteranos y los futbolistas eran muy jóvenes, aunque otra teoría es que surgió porque el equipo sólo ganó uno de sus seis primeros partidos internacionales y que eso se debía a que eran inexpertos en partidos de alto nivel.




Nombres patrióticos



Si los equipos mundialistas del continente negro recurren al simbolismo de un felino o de un animal poderoso, los latinoamericanos, más patrióticos, se aferran a los colores del uniforme o de la bandera y así encontramos a la Albiceleste (Argentina), la Roja (Chile), la Celeste (Uruguay), la Albirroja (Paraguay), la Canarinha (Brasil) o el Tri (México, en referencia al equipo tricolor, debido a los tres colores de su bandera), o la Bicolor (Honduras).



Entre los equipos europeos que competirán en Sudáfrica, los apodos tienen también cierto espíritu patriótico, con varios que recurren a sus colores para identificarse, como los Azzurri (Italia, escogido porque era el color de la Casa de Saboya), los Bleus (Francia) o la Roja (España). De igual modo, Holanda eligió el naranja por su relación con la familia real, la Casa de Oranje (Naranja en holandés).



“En Europa los equipos nacionales de fútbol llegaron en una fase histórica en que constituían su unidad y su identidad nacional, por eso son los colores los que van a tener una cierta importancia a la hora definir sus apodos.



En los países africanos, los apodos están ligados a su simbología africana. Los símbolos están más unidos a la naturaleza que al orden simbólico de los colores, que es muy fuerte en los países occidentales”, explica Patrick Mignon, escritor y sociólogo francés del Instituto Nacional del Deporte y la Educación Física (INSEP) de París.



“Llevar los colores o los símbolos de los equipos como apodo significa que los jugadores tienen el honor de llevar sobre sus espaldas el color o símbolo de la nación, o de un animal en el caso africano, y eso va a hacer que entreguen su energía y su compromiso. El futbolista recibe toda la responsabilidad y el honor de llevar esa camiseta”.



A mitad de camino entre ese simbolismo patriótico y la búsqueda de un animal poderoso están las Águilas Blancas de la selección serbia, que está en el escudo del país. Otras selecciones recurren a los símbolos de sus escudos nacionales para tener su apodo, como Portugal, Selección de los Escudos (Selecção das Quinas) o Inglaterra, Los Tres Leones (The three Lions), que aparece en la camiseta del equipo británico desde su primer partido en 1872. En el mismo caso se encuentran Ghana (Black Stars, Estrellas Negras) o Estados Unidos (Stars and Stripes, Barras y Estrellas) debido a los componentes de sus banderas.




Desde cero



Pero cada apodo tiene su propia historia. Por ejemplo el sobrenombre de la selección japonesa, Samurai Blue (Samurái Azul) fue creado por la propia asociación nipona. “Necesitábamos un apodo para animar a la selección en el Mundial 2006. Para encontrarlo decidimos pedir ayuda a los aficionados y presentamos cinco posibilidades. Nuestros seguidores eligieron Samurai Blue tras una votación”, según Megumi Fujinoki, del departamento de comunicación de la asociación japonesa.



En el caso de Nueva Zelanda, el equipo era conocido antes como los Kiwis, un animal del país. Su selección vestía camiseta y calcetines blancos y pantalones negros, pero antes del inicio del Mundial de España 82, su primera participación en una fase final, decidieron cambiar el color de los pantalones y que todo el uniforme fuera blanco. Por ello pasaron a llamarse All Whites (Todos de Blanco), para compararse y al mismo tiempo diferenciarse del equipo nacional de rugby, los All Blacks (Todos de Negro).



En el caso de Australia, mientras el equipo de rugby eran los Wallabies, el de fútbol no tenía apodo. El inventor del sobrenombre de Socceroos, una mezcla entre las palabras kangaroos (canguros) y soccer (fútbol), fue el periodista Tony Horstead, del «Daily Mirror» de Sydney. Horstead acuñó la frase cuando cubrió una gira de la selección australiana en Vietnam, en 1967, aunque empezó a utilizarse en la prensa de forma insistente en 1972. La asociación australiana comenzó a utilizar la palabra Socceroos en 1973 en los boletos de los partidos de clasificación al Mundial de Alemania 74, en cuya fase final participaría.



En el caso del equipo camerunés, la más popular entre las selecciones africanas, el apodo Leones Indomables nació en 1972. El nombre surgió después de que Camerún no lograra ganar la Copa Africana de Naciones que organizó en 1972, por lo que una reforma general fue ordenada por el jefe del Estado, Ahmadou Ahidjo, y una de las nuevas ideas era bautizar al equipo.



El ministro de Deportes tuvo una reunión con varios miembros de su gabinete y uno de ellos lanzó la propuesta de llamarle los Leones. Después, para distinguirlos de otros equipos que habían elegido a ese felino como símbolo, se añadió el adjetivo “indomables”.



El sobrenombre de Grecia, el «Barco Pirata» (To Peiratiko) debe ser uno de los más modernos, ya que nació en 2004, tras la victoria helena en la Eurocopa de Portugal. La versión más extendida en Grecia es que su selección se hizo por sorpresa con el triunfo, cuando nadie lo esperaba, igual que los piratas tomaban por sorpresa otros barcos, y que ese apodo se hizo popular a través de los medios de comunicación durante el torneo.



También moderno es el apodo Danish Dynamite (Dinamita Danesa), que vio la luz en 1983, después de que Dinamarca se impusiera a Inglaterra en Wembley por 1-0 con un gol de Allan Simonsen, lo que ayudó al equipo a clasificarse para la Eurocopa de Francia 84, donde alcanzaron las semifinales. Unas semanas antes de aquel partido, un diario danés lanzó un concurso para elegir una canción para su selección. El estribillo en inglés “We are red, we are white, we are Danish Dynamite” (“Somos rojos, somos blancos, somos dinamita danesa”) se hizo muy popular y estas dos últimas palabras quedaron como apodo.



Algunos equipos tienen apodos más sencillos, como en el caso de Alemania, con el sobrenombre de Mannschaft (Equipo) o Nationalmannschaft (Equipo Nacional) o Suiza (Nati, diminutivo de Nationalmannschaft). Pero incluso estos apodos aparentemente más fáciles tienen detrás una historia. “En Alemania ha habido más dificultades para elegir un color preciso, en contraste con los italianos en que el azul es el color de la Casa de Saboya o los franceses en que el azul es el color nacional tradicionalmente, en Argentina es el azul y blanco, en Uruguay el celeste”, afirma Mignon. “En Alemania decir la Mannschaft tiene una valorización de lo colectivo, que da un sentido de disciplina”, añade.



Sea cual sea el motivo para elegir el apodo, o el efecto que tiene en la psique de cada nación, hay una cosa clara: millones de personas se sentarán ante sus televisores para ver enfrentarse en el Mundial a futbolistas motivados por batallar como elefantes, águilas, leones, zorros, guerreros o piratas o que se sentirán empujados por la defensa de sus colores.