La prensa del mundo, sin piedad con Michael Schumacher

«Parece haber perdido las condiciones» o «¿estamos seguros de que es Schumacher quien se esconde bajo ese casco rojo?» son algunas de las ironías que se leen en la prensa internacional tras el GP de Australia.

 


Tres detalles. Primero: Michael Schumacher tuvo una accidentada largada en Australia y, al igual que Fernando Alonso, también debió iniciar una remontada desde las últimas posiciones. En un momento, él se ubicaba 20º y el español, 18º. No bastaron muchos minutos para comprender que el ritmo de uno y otro era bien diferente, a punto tal que el primero terminó décimo y su antiguo rival, cuarto.


 


Segundo: el alemán estuvo incluso cerca de no sumar puntos en la segunda carrera del año, y lo consiguió luego de costarle horrores superar al joven Jaime Alguersuari, de Toro Rosso, a quien finalmente aventajó por poco más de un segundo. Y también lo ayudó el problema de neumáticos que sufrió Pedro de la Rosa.


 


Tercero: su compañero de equipo y compatriota Nico Rosberg le sacó más de un minuto, lo cual supone una preocupación para las autoridades de Mercedes GP. Además, le lleva 11 puntos en el campeonato.


 


Las dos caras de una misma realidad: Schumacher no tiene el mejor auto, que ni se parece a la Ferrari con la que consiguió cinco campeonatos del mundo. Tan cierto como que, a los 41, ya no tiene los mismos reflejos y no puede sacar mucho más de lo que la máquina le da, a diferencia de otros tiempos.


 


La prensa internacional recogió algunas de estas impresiones y en algunos casos las tradujo con ironía. Un ejemplo es La Stampa, que sentenció: «El W01 no es el mejor coche, pero el heptacampeón parece haber perdido las instrucciones».


 


«¿Estamos seguros de que es Schumacher quien se esconde bajo ese casco rojo? Montezemolo tal vez tenía razón cuando dijo que era el gemelo de Badoer, que fue crucificado por mucho menos», agrega el diario italiano.


 


The Sun, por su parte, profetiza: «A este ritmo, Schumacher no va a rentabilizar ni la primera temporada de su contrato de tres años».


 


«La carrera fue un tormento para Michael Schumacher», indica El País, aunque luego reconoce: «Mostró una entereza y una motivación encomiables hasta el último minuto y logró, al final, su objetivo de entrar en los puntos».


 


Pero no sólo en los medios la pasó mal el heptacampeón del mundo, quien tras el incidente con Alonso hizo público sus quejas. La respuesta del asturiano no se hizo esperar: «Si quieres comentar algo de que te bloquean en la crono te vas a lo comisarios; si lo haces delante de las cámaras es que quieres un poco de «show» y yo no lo quiero, por lo que no tengo nada que decir».


 


Ya más tranquilo, Schumi le vio el lado bueno al fin de semana en Melbourne: «Obviamente, el incidente marcó mi carrera. Pero aún así me he divertido. Nuestro ritmo es prometedor. Íbamos más rápidos que el grupo que iba en cabeza».