El regreso de Schumacher provocó burlas en Italia

El múltiple campeón alemán de la Fórmula Uno recibió numerosas críticas y hasta algunas burlas por parte de la prensa italiana, después del sexto puesto que consiguió en el GP de Bahrein. “Nadie vio a Schumacher”, escribió ‘La Gazzetta dello Sport’. “Ferrari domina. Schumacher, campeón del mundo de la arrogancia”, sostuvo ‘Il Secolo XIX’.


La alegría por el 1-2 de Ferrari, la admiración para el español Fernando Alonso y algunas burlas, sarcasmo y pocos elogios para Michael Schumacher se reflejó hoy en los medios periodísticos italianos, tras la carrera disputada ayer en el Gran Premio de Bahrein, que dio inicio a la temporada 2010 de la Fórmula Uno.



«Ferrari domina. Schumacher, campeón del mundo de la arrogancia», escribió hoy el diario «Il Secolo XIX», tras la primera carrera del año y la primera del alemán después de tres años de retiro.



“Nadie vio a Schumacher”, escribió, por su parte, el diario ‘La Gazzetta dello Sport’, mientras que ‘Il Corriere della Sera’ se refirió a un «domingo extraño de Herr Michael».



Michael Schumacher culminó sexto en su regreso a la máxima categoría del automovilismo mundial. El alemán, quien ganó con Ferrari cinco títulos consecutivos, entre 2000 y 2004, y supo ganarse la admiración de la prensa italiana, esta vez no fue bien tratado por los medios de ese país, que se burlaron de su debut con Mercedes y destacaron el 1-2 de las Ferrari del español Alonso y del brasileño Felipe Massa.



«El sueño de Ferrari comienza desde adelante. Un desatado Alonso arrastra a Ferrari», alabó «Il Corriere della Sera» al español, doble campeón del mundo.



«El desierto es rojo. ¡Qué resurreción!», escribió «Tuttosport». «Ferrari enloquece. Alonso triunfa, Massa es segundo, fantástico. Un nuevo mito ha nacido», agregó.



«Este fue el inicio de una nueva era Ferrari. Ferrari bum-bum: Alonso y Massa. Para volverse locos», señaló «La Gazzetta dello Sport».



Sólo ‘Il Corriere dello Sport’ salió en defensa de Michael Schumacher. «Fue sexto con una actuación ordenada», opinó. «No fue un ridículo, pero tampoco mereció muchos elogios», completó.