Y un día Lionel Messi no ganó un premio. Después de un 2009 brillante que lo elevó, según la FIFA, como el mejor futbolista del mundo, y en una temporada donde consiguió seis títulos con el Barcelona, el argentino no pudo consagrarse como el mejor.
Fue en la fiesta de los premios Laureus del deporte mundial, un galardón que se le otorga al mejor deportista del año. El elegido fue el velocista jamaicano Usain Bolt. El triple campeón olímpico y mundial recibió el premio en Abu Dhabi por su extraordinaria labor durante el Mundial de atletismo de Berlín.
Bolt le ganó en la elección a Lionel Messi y a otro argentino: Juan Martín Del Potro, ganador del US Open. Pero, especialmente, a Roger Federer, quien volvió a romper con las estadísticas y era el candidato más firme para quedarse con el premio mayor.
La Fórmula 1 también vivió una jornada para el elogio. Es que tuvo un doble reconocimiento. Uno fue para el piloto inglés Jenson Button, a quien eligieron como el deportista revelación. Y el otro fue para el premio de equipo, que quedó en manos de la escudería Brawn GP, que le ganó al favorito, Barcelona, el club que en la temporada pasada ganó los seis títulos en los que participó.
En categoría femenina, el premio fue para la tenista estadounidense Serena Williams, de 28 años, que ya ganó en 2007 se impuso en la categoría de «retorno del año». La fiesta fue conducida por el actor Kevin Spacey y entre los presentes estuvieron Boris Becker, Franz Beckenbauer, Sergey Bubka, Miguel Indurain, entre otros.
Los deportistas ganadores fueron elegidos por un jurado formado por 46 grandes personalidades del deporte, entre los que se encuentra el argentino Hugo Porta.