Confesiones de un padre herido

A José María López padre. se lo nota compungido. Su voz transmite el dolor que siente un padre al ver como el sueño de un hijo desaparece. Así fue que aquella euforia de días atrás se transformó en una bronca incontenible. Tanta que dijo “no va más” y desistió ayer por la noche de continuar con las negociaciones que había con el Hispania Racing de Fórmula 1 para que Pechito sea su tester, un premio consuelo luego de quedarse con las ganas de ser titular en el USF1 ante el retiro del equipo.


Más que una entrevista, el contacto con CORSA Online se transformó en un monólogo de treinta minutos en la que Pecho Padre va y viene por diferentes temas. Todos relacionados, obviamente, a lo que está viviendo su hijo y su familia con ese sueño que se terminó convirtiéndose en una pesadilla.



“Pechito estaba bien acá. Ya se tenía asegurado un buen contrato para este año. Se iba a divertir y encima iba a ganar buena plata. Pero nos embalamos con este proyecto. Ahora se quedó sin el pan y sin la torta”, dice López Sr.



Según confió, todo lo ocurrido está afectando gravemente a los López. “Pechito, pobrecito, está en su departamento. Su hermana y su madre no paran de llorar. Todos estábamos muy ilusionados. Ya estábamos haciendo planes. Él estaba buscando una casa para irse a vivir con su novia y acá nos estábamos organizando para ir a verlo a las carreras”.



Al momento de encontrar responsables de lo sucedido, López Sr. afirma que “se hicieron algunas cosas mal. Se confío en un tipo sin estar muy cerca de él”. Y hasta contó una anécdota: “Cuando Peter Windsor vino a la Argentina nos reunimos en el Sheraton antes de salir a hacer la recorrida por las empresas que nos iban a dar su apoyo. Estábamos con Rosso y McGough. Le pregunté si el equipo llegaba y me dijo que me quedara tranquilo. Yo me confié. Recién me di cuenta de este quilombo cuando fui a la sede del equipo y me encontré que entre los socios ni se hablaban”.



El cordobés volvió a hacer hincapié en el sufrimiento de su hijo: “Él es el único perjudicado. Al que puso 180.000 dólares, 100.000, 50.000 y 40.000, la plata se la van a devolver, así sea con un juicio. Yo en estas semanas puse 70.000 dólares de mi bolsillo, pero eso no me importa cobrarlo. Lo que me importa es el dolor que tiene Pechito. Eso no se paga con nada”.



También aseguró que “hubo luchas internas entre grupos, entre personas y hasta una disputa económica. Todo eso también destruyó a mi hijo. En el fondo hay gente que se hizo publicidad, otros que vivieron dos meses gratis y que quisieron cobrar un premio”.



En ese contexto, confirmó que Julio Gutiérrez, ex manager de López, le envió una carta documento para asegurarse el 35 por ciento de las ganancias debido a la vigencia de un contrato que data de inicios del año 2.000 cuando el cordobés inició su campaña deportiva en Europa.



Para terminar, José María López padre afirmó que les pidió a Felipe McGough y a Víctor Rosso, que participaron en las últimas gestiones, que traigan a Peter Windsor a la Argentina para dar una conferencia de prensa la semana próxima para explicar lo sucedido. “Los que estuvieron en las tratativas tiene que poner la cara. Si estás sano, si sabés que no tocaste un mango, y que lo que pasó fue por incapacidad en la gestión tenés que poner la cara”.





Fuente: CORSA