El TC renueva su cita con la pasión popular

Después de casi dos meses de abstinencia, la colectividad fierrera del país vuelve a sentir en sus oídos la maravillosa música de los motores en marcha. Regresa el aroma a combustible quemado con fondo de asaditos hechos ahí nomás de los circuitos.


El Turismo Carretera, madre de todas las categorías del automovilismo deportivo argentino, esa que convoca multitudes en cada rincón adonde lleva su circo, abre la temporada número 69. En rigor, las casi sesenta máquinas que animarán esta primera carrera de 2010 ya gastan gomas desde ayer, día en que ocurrieron las tiradas iniciales y el proceso de clasificación que se completará hoy. La puesta estelar será mañana, con las tres series previas y necesarias para conformar la grilla de partida de la competencia final prevista para el mediodía dominguero.



Una paradoja: el telón se levanta en Mar de Ajó, en el circuito Luis Rubén Di Palma, en una temporada que por primera vez en décadas no tendrá a nadie de ese apellido entre los participantes. Con una que otra excepción, siempre ha habido un Di Palma en el punto de partida, desde que el patriarca apareció con todo el desparpajo adolescente a principios de la década del sesenta, cuando eran necesarias muchas agallas para bancársela sobre autos poco seguros y en rutas abiertas. Razones de presupuesto, en unos casos, y de búsqueda de vértigo en otras especialidades, en otros, dejaron fuera del Turismo Carretera a Patricio, a José Luis y a Marcos.



No serán las del clan de Arrecifes las únicas ausencias este año respecto de los anteriores. Tampoco acude a la cita José María López, el cordobés que con tanto profesionalismo le dio una bocanada de aire fresco al TC en las pasadas ediciones del campeonato; en estas horas, Pechito está buscando ser aceptado en la troupe mayor, en la Fórmula Uno. Otros niveles, claro.



Eso sí, regresa gente con mucho nombre, como Ernesto Bessone, campeón de 2003, y aunque es imposible descubrir la seriedad del proyecto, hay una amenaza de vuelta de un múltiple ganador de títulos, el inefable, audaz, polémico y –digámoslo– veteranísimo Juan María Traverso (59 años, 235 carreras corridas, 46 triunfos y seis veces campeón). Y muchos nuevos, sangre joven que ya mostró valía en el TC Pista, puerta de ingreso al TC propiamente dicho.



Entre ellos se destaca Tomás Urretavizcaya (22 años), hijo de Roberto (52), el hombre que a esta altura contabiliza 346 carreras en 24 temporadas y que prolonga su permanencia, precisamente, para coincidir en la pista con el chico.



Tomás hizo el camino ascendente clásico: karting, TC Mouras y TC Pista, categoría ésta que lo vio campeón en 2009.


Por supuesto, estará el dueño del título que se definió de manera dramática en la última carrera, en diciembre del año pasado. Emanuel Moriatis emergió con justicia en condición de tal en el autódromo porteño, con una cuota de fortuna que en modo alguno opacó la consagración.



Ocurrió cuando Pechito, con más de las tres cuartas partes del campeonato en el bolsillo, patinó sobre una mancha de aceite, se fue a la tierra batida vecina a la cinta de pavimento y quedó encajado. De haber materializado la conquista, López hubiese hecho historia: rey por partida triple en autos de turismo, porque ya lo era en Top Race y en TC 2000.



La nueva temporada rescata escenarios no utilizados en 2009: Termas de Río Hondo, Trelew y Salta, en concreto. Hay un estreno absoluto: Neuquén. Salen de la nómina otros: Santiago del Estero, Potrero de Funes y San Luis capital. El autódromo porteño tendrá el privilegio de contar otra vez con tres competencias (en marzo, julio y diciembre).



En total, habrá dieciséis carreras; las cinco últimas (Trelew, Olavarría, Paraná, La Plata y Buenos Aires III) servirán para definir el título mediante el sistema de playoff (Copa de Oro) entre los doce mejor clasificados en el campeonato hasta la carrera número once, aunque esas pruebas decisivas seguirán permitiendo la participación de quienes no ingresaron en la docena de finalistas.



Con ligeras modificaciones técnicas en los autos, instrumentadas por la Asociación de Corredores de Turismo Carretera para procurar la equiparación de posibilidades, se alinean autos de las cuatro marcas habituales: Ford (21), Chevrolet (23), Torino (4) y Dodge (9).



Un parque inicial de 57, aunque según la página oficial de la ACTC se han adjudicados 75 números, incluido el temido 13, que en esta ocasión corresponde al Chevrolet de Matías Rossi. No ha de ser tan malo eso, después de todo.



En 2009 el piloto de Del Viso cumplió trece años de actividad deportiva y hoy está en Mar de Ajó preparado para arrancar, como si nada. Propio del TC.