Desde las 21.15, en el campo de juego más pequeño de Primera, Juan Román Riquelme tratará de demostrar que no se siente incómodo en el Cajón de Boyacá. El crack de Boca, quien tuvo escasa participación en el último torneo (apenas ocho encuentros) y en la pretemporada, volverá a jugar por primera vez desde el Superclásico disputado en Mar del Plata. Será un mediocampo novedoso: Jesús Méndez, que hoy debutará con la camiseta de Boca, se moverá por la derecha (en el Apertura se destacó en Rosario Central como un cinco clásico); Gary Medel actuará por el centro; y a la izquierda estará una de las apuestas del entrenador: el juvenil Cristian Erbes.
En el fondo, en tanto, Alves dispuso una dupla central sin muchos minutos compartidos en Primera: Gabriel Paletta y Ezequiel Muñoz. Recurrió a ellos por la transferencia de Julio César Cáceres a Atlético Mineiro y porque no fueron convincentes las actuaciones de Breyner Bonilla.
Luego de la agitada pretemporada, el Clausura para Boca aparece como la posibilidad de olvidar traumas e imaginar futuros mejores. Ya sin Basile como técnico ni Carlos Bianchi como manager, la apuesta es por el perfil bajo que ofrece Alves, un conocedor del club y de las inferiores, pero sin antecedentes en Primera. El tiempo -resultados mediante- dirá si los dirigentes jugaron la ficha correcta.
Enfrente estará el Argentinos de Claudio Borghi, esa refrescante promesa de fútbol bien jugado y audaz. Con la base del Apertura más el aporte de José Luis Calderón -volvió al fútbol seducido por la propuesta del Bichi- el equipo de