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(Río Grande, 27 de diciembre de 2009) – Es un sitio paradisíaco, uno de los más bellos de la Isla, en elextremo fin del mundo, encerrado entre la montaña y un brazo del canal Beagle. Alberga en sus islotes lobos marinos y aves autóctonas únicas en el mundo.
Podría ser un atractivo turístico sin parangón, hoy (por culpa de la desidia de los funcionarios) es apenas un puñado de cabañas cuyos habitantes sobrevien a las dificultades y al desprecio de los políticos.
Es Puerto Almanza. En 2004, el entonces gobernador Colazo prometió desarrollar allí (a 25 kilómetros de la ruta 3 sobre el Beagle) una población. Se instaló una central de energía, un puesto de Gendarmería y una oficina de Recursos Naturales, hoy abandonada. Después, el olvido.
Los pobladores de Almanza -en su mayoría pescadores artesanales- son castigados, ya sea por las constantes vedas o mareas rojas, como también por la desidia de los funcionarios que sumada a su incapacidad de resolver problemas, sumergen a los habitantes en la incertidumbre.
Los funcionarios de primera línea de Recursos Naturales solamente fueron una sola vez a Almanza, allí conocieron por los propios pescadores las dificultades que tienen para poder llevar adelante sus emprendimientos y vivir de ellos.
Quienes obtuvieron un crédito CRECE para comprar embarcaciones para la pesca están parados por que les falta el permiso de pesca que no lo tienen por que Nicolás Luca les contestó que a ellos no les consultaron antes de darle los créditos, olvidándose que fueron otorgados en otra gestión y que los permisos de pesca son necesarios para poner en funcionamiento el sistema económico.
Recursos Naturales al no poseer vehículos para ir a realizar las mediciones de las toxinas simplemente extienden la marea roja sin importar las pérdidas que eso acarrea a los pescadores artesanales radicados en Almanza.
Para los habitantes no hay terrenos para que se construyan sus casas dado que el sistema de llegar a los predios esta determinado de tal manera que solamente pueden acceder aquellos que cuentan con dinero.
Varias familias viven allí y salen una vez al mes a comprar los vivieres a Ushuaia, la localidad no posee ni siquiera una sala de primeros auxilios y si alguien sufre algún accidente debe ser derivado a Ushuaia vía terrestre y el viaje tarda por lo menos una hora y media al hospital.
Otro de los puntos observados por Radio Fueguina es la falta de infraestructura tanto de agua potable como de cloacas o planta de tratamiento de líquidos cloacales. En relación al agua es en base a pozos y la segunda se construye pozos ciegos que contaminan las napas o en su defecto se desecha a la bahía.