SEMBLANZAS
Por Jorge Daniel Amena (*)
FINAL DEL JUEGO
Y, si.
Todo se termina. A veces recomienza, otras veces no. Se termina la yerba, los cigarrillos, la nafta, la paciencia, las ganas, también se terminan, los partidos de fútbol, los campeonatos…
Menos los guachos que nos amargan la vida, esos bebieron del Santo Grial, y son eternos.
También se termina el año. Este, Bye, Adieu, millones de moléculas de energía consumidas durante todos los días, mañanas, tardes y noches, se volvieron eso. Energía disipada, que vaga por el infinito.
Para este entonces Semblanzas va a cumplir casi 10 años o más; En realidad no me acuerdo del Nº 0. Como se escribía a máquina y luego era llevada al diario junto con una foto (previa escritura manuscrita) solo perviven en los archivos propios y de gente que en un alarde de insania llegó a coleccionar las entregas. Pasaron millones de años para que me acostumbrara al procesador de textos y siglos para atinar a enviar un archivo. Pero todo se puede en la vida, por más boludo que uno sea, algunos hasta han llegado a legislar.
Bueno, pero el hecho es que se termina el año, y los rencores y las antipatías son colocados en el archivo del olvido y todo el mundo se prepara a iniciar un nuevo año. Sin ambiciones personales, pensando en el prójimo, y no en prometer pelotudeces que jamás cumplirán. Esto ya es algo, y me pone muy feliz.
Finalizamos el año con algunos despelotes, es cierto, pero como en una gran familia, quien no tiene problemas. Como sucios materialistas, lo único que interesó fue el dinero, y la disputa pasó por allí. Con plata cualquiera es piola.
Está muy bien lo que pasó en Tolhuin, Mandela lo hizo, decía el caudillo sudafricano “One man, One vote”
(Un hombre un voto), y así se hace; cuando todos los habitantes sean concejales se acabarán las diputas, y cada uno tendrá su voto, y como generalmente se empatará, todos felices, aunque guarda con el voto ” no positivo”…-
En realidad, este ha sido un año, como todos los años, con pequeñas felicidades, amarguras que te hicieron olvidar esos momentos de sosiego, y trabajo, la mayor de las fortunas.
Que brindaré por eso, por que cada habitante de esta tierra en la que vivo tenga su trabajo digno, brindaré también porque estoy vivo, y porque el encargado de contabilizar el consumo de gas no me tire la tapa del medidor (la que ya rompió) a 20 cuadras de mi casa.
Que si hay gente que se enriquece ilegítimamente con dineros públicos, por favor que se dejen de joder: está prohibido. (Es que a lo mejor no saben… es docencia esto).
Un abrazo gigante a los lectores, y gracias por no pedir a los gritos que se dejen de publicar estas tonteras semanales.
A todo el Staff, de la 97, que podría decir, en realidad, nada.
Podría atribuirles la entidad del primer mate, con el encendido de la radio y encontrarnos cada mañana y sentarme cómodamente a su lado, mientras fumo un pucho, Si fumo un pucho… y sentirme acompañado mientras sopla la tormenta o un día de esos que se le cae del regazo a la naturaleza matiza de un rojo naranja, las paredes casi siempre umbrías.
Gracias por la música, de antes y siempre.
Por ser tan humanos que hasta se les notan todos los defectos.
Por considerarme. Y como me gusta y lo tengo como lema de cabecera les regalo un párrafo de Rimbaud para esta Navidad, (no!!! el legislador no, se escribe distinto). Primero en su versión original de su libro “Iluminaciones”
” Jái tenu des cordes de clocher a clocher; Des guirlandes de fenètre a fenétre; Des chaínes d´or d´etoile a etoile… Et je danse“. (1891).
« He tendido las cuerdas de campanario a campanario, guirnaldas de ventana en ventana; las cadenas de oro de estrella en estrella… Y yo bailo”.
Amigos; un año de paz y en paz.
Un fuerte abrazo.
(Se autoriza la reproducción, citando la fuente. Rogamos informar acerca de su publicación.)
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