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Confusa situación en torno de una niña de 7 años en Ushuaia

Se denunció que había sido abandonada en el hospital, pero sus presuntos tutores lo desmienten. Su abogado niega que se hayan apropiado de la niña, aunque admite que se la trajo desde Salta “en situación irregular”.

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(Río Grande, setiembre 16 de 2009) – El abogado Guillermo Gowland se presentó como patrocinante de un matrimonio de Ushuaia que ha quedado implicado en el confuso caso de una niña de 7 años que habría sido traída de Salta en formal irregular.

En diálogo exclusivo con Radio Fueguina, Gowland desmintió que la chiquita haya sido abandonada por sus guardadores (un matrimonio de abogados ushuaienses), aclarando que la dejaron sola unas horas internada, después de haber solicitado asistencia médica por presentar lesiones en su cuerpo que –según dijo- se había propinado a sí misma la criatura.

“La versión que salió publicada no es reflejo de la verdad de lo acontecido –aseveró el letrado- el guardador de la niña se fue a buscar ropa y esto generó en los médicos la sensación de que podría estar involucrado en un hecho delictivo”.

Gowland explicó que la pareja –que se presentan como “cuidadores” de la pequeña- trasladaron a la niña al hospital al advertir que presentaba “lesiones que se había autoinfligido, yo ví las fotos, parecía un boxeador por los golpes que presentaba”.

Al ser requerido respecto de cómo la menor ha sido adoptada en tutela por sus clientes, el abogado explicó que “Fue traída de Salta con autorización de la madre biológica que la golpeaba a la niña”. “Esta familia de Ushuaia se aviene a traerla para resguardarla”.

“La versión que dan los guardadores es que es la niña por la noche se auto-golpeaba, ésta es la versión que tenemos”. “Hay que esperar a que las pericias del Juzgado corroboren estas afirmaciones de mis asistidos”, previno el abogado. Reveló, además, que la pequeña “Manifiesta haber tenido abusos desde muy temprana edad, por parte de personas del pueblo donde vivía, conocidos de su madre. Viene con una carga en su psiquis que debe ser tratada, esto les genera a los cuidadores esta situación”.

Respecto de la falta de trámites formales para adoptar la menor (y de las sospechas acerca de un posible tráfico de persona), Gowland subrayó que “Acá no hay secuestro ni venta de niños, como se ha dicho; conozco a esta gente, en modo alguno dudo que hayan hecho algo ilegal”.

Aunque aseguró que “Estoy convencido de lo que dicen mis clientes, no dudo de que dicen la verdad”, el letrado convino en que “puede haber sido una situación irregular o desprolija respecto de cómo trajeron a la chiquita, pero no hubo la intención de apropiarse de la persona por la fuerza”.

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