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Sofía: El juez Lopez explicó sus sospechas contra Urrutia

Luego de decretar el procesamien to y embargo del cuidador del camping, Eduardo Lopez reiteró su convicción sobre la autoría que le cabría a Urrutia, acusado de «sustracción de menor».

Río Grande, 2 de septiembre (Télam).- El juez penal de Río Grande Eduardo López, quien hace once meses investiga la desaparición de la pequeña Sofía Herrera, expresó hoy no tener “duda alguna” sobre la autoría del cuidador Alberto Urrutia del delito de sustracción de la menor.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />

Urrutia, de 73 años, es el cuidador del cámping John Goodall, del norte de Tierra del Fuego, donde Sofía desapareció sin dejar rastros el 28 de septiembre del año pasado.

Fue detenido el 19 de agosto y resultó procesado por ese delito ayer martes primero de septiembre, trámite en el que también le trabaron embargo por 100.000 pesos.

“No tengo dudas de la probable autoría de Urrutia de la sustracción. Si hubiese tenido dudas, el procesamiento no era viable, sino que hubiese correspondido la falta de mérito”, expresó el juez en diálogo con Radio Fueguina.

“En el procesamiento no quedan dudas razonables sobre la muy probable autoría de la sustracción de Sofía. De todos modos se trata de una resolución preliminar, el proceso sigue y debe ser elevado a juicio”, explicó López.

Evitó precisar los posibles móviles de Urrutia y se mostró confiado en la futura obtención de nuevos indicios en base a peritajes sobre la vivienda del cuidador y los alrededores.

En el procesamiento –que tiene 64 páginas, en una causa de 15.000 fojas- definen a Urrutia como un “viejo ermitaño y hosco”, de “conducta disociada”, y resaltan las numerosas contradicciones en las que incurrió en distintas indagatorias.

El elemento más contundente en su contra es la distancia entre su casa y el lugar en donde fue vista Sofía por última vez, unos 60 metros, en situación de perfecta visión.

También aparece observada detenidamente la conducta de Urrutia en los primeros minutos de la desaparición, cuando lo vieron “nervioso y tartamudeando”, con un horario anotado en una mano cuando tenía papel a mano, y un posterior maltrato a los padres de Sofía.

También destaca el auto de procesamiento que Urrutia se alejó de los padres de Sofía y sus amigos, y no los ayudó a buscar a la niña.

Para los investigadores es claro que Sofía no pudo salir sola del camping y no había una sexta persona (además de sus padres, el matrimonio amigo y Urrutia) que pudiera habérsela llevado.

Una de las versiones de Urrutia que más llamó la atención fue que aseguró que a diez minutos de la entrada de los visitantes al camping, oyó la voz de una mujer gritando “cocaína, cocaína”, cosa que desmintieron en forma tajante los demás testigos.

“Ese y otras afirmaciones de Urrutia hacen pensar que miente descaradamente”, dijo a Télam uno de los investigadores.

Urrutia –con detención domiciliaria por su edad- nació en Estación Sosa, departamento de Paraná, en Entre Ríos, y permanece soltero.

Llegó a Río Grande hace 20 años y primero trabajó en la industria del petróleo, para luego convertirse en agente municipal, hasta su jubilación.

Hace dos años fue contratado como cuidador del camping y hasta ahora no había tenido ni un sólo antecedente penal o correccional.

(Télam/dl)

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