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Caso Sofía: Investigan el pasado de Urrutia

El único detenido por la desaparición de Sofía es de María Grande, provincia de Entre Ríos. Por orden del Juez López se realizan diligencias judiciales para determinar si posee antecedentes policiales en esa provincia.

(Río Grande, 28 de agosto de 2009)- La causa que investiga la desaparición de la pequeña de 3 años Sofía Herrera en Río Grande, provocó una abrupta derivación. El magistrado que tiene a cargo la pesquisa y que dispuso la detención del cuidador del camping, pidió a la Justicia de Paraná que realizara varias medidas para confirmar datos proporcionados por el acusado del hecho, de quien se descubrió recientemente que era nacido en la zona rural de María Grande, donde vivió hasta hace 25 años. Personal especializado de la Policía de Entre Ríos inició hace dos días las diligencias solicitadas por la Justicia riograndense, tales como entrevistas, inspecciones y conformación del perfil psicológico, social y económico del entrerriano.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />

Sofía Herrera desapareció el 28 de setiembre del camping John Goodall, a 60 kilómetros de Río Grande de modo misterioso y sus padres desde ese entonces se encuentran prácticamente desconsolados porque no hay datos, rastros o indicios sobre el paradero de la pequeña.

Con esta situación la Justicia ordenó amplios operativos y rastrillajes conjuntos de la Policía, Gendarmería, incluso con militares chilenos ubicados en la frontera con el país trasandino, sin embargo al pasar 11 meses del suceso nada se sabe de la nena.

Por los pocos datos obtenidos, quedó vinculado a la causa por el secuestro y desaparición de la menor, un hombre de 74 años: Alberto Urrutia, quien es el cuidador del camping. Niños que se encontraban junto a Sofía marcaron algunos movimientos sospechosos del hombre y por ello fue detenido por orden del juez Eduardo López.

Esta semana llegó al Juzgado de Instrucción Nº 1 de Paraná, a cargo de Patricia Yedro, un exhorto donde se pide avanzar con distintas diligencias que permitan apuntalar la hipótesis que involucran a Urrutia en el hecho. El imputado del episodio nació en la zona rural de María Grande, en cercanías de Estación Sosa, y durante años se crió, trabajó y se desarrolló en la zona de Paraná campaña, pero para obtener un mejor futuro, 25 años atrás decidió buscar nuevos horizontes y se trasladó hasta el sur de la Argentina donde comenzó a trabajar en la Municipalidad Río Grande y, tras un tiempo, inició las tareas de cuidador en el camping donde a la postre desapareció Sofía.

Personal especializado en investigaciones y búsqueda de personas de la División Homicidios de la Policía de Entre Ríos avanzó con las medidas solicitadas por el juez a cargo de la primera nominación de Río Grande, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. De esta manera se contactaron con varios familiares, vecinos y allegados a Urrutia quienes dieron detalles de su vida en la zona rural. Además se inspeccionó el campo donde vivió durante años, y hoy es una precaria tapera deshabitada. Sólo quedan en la zona rural algunos sobrinos y en Buenos Aires una hermana, quienes confesaron a los investigadores estar verdaderamente sorprendidos por la grave sospecha en la que se encuentra imputado. Tanto los vecinos, amigos y familiares, literalmente pusieron las manos en el fuego por la honorabilidad del hombre.

Además, en la Dirección de Investigaciones de la Policía se estableció que Urrutia, que es soltero, nunca tuvo un incidente de índole policial judicial. Se hizo notar que no registra antecedentes.

Desde la Justicia de Río Grande se prefirió trabajar en forma conjunta con la de Paraná y con el personal policial, luego de que fueran reconocidas las tareas investigativas por la Policía Federal de Buenos Aires. Hasta el momento, la causa que tramita el juzgado de Yedro no tiene indicios que podrían llegar a comprometer a Urrutia. Por ello se dispuso avanzar con la minuciosa investigación donde se contactarán más testimonios de la gente que vive a unos 80 kilómetros de la capital entrerriana.

Perfil psicológico

Peritos de la Corte Suprema de Justicia determinaron que el perfil psicológico del entrerriano es muy particular. Se lo definió como hosco, ermitaño y de poco afecto a compartir momentos con los niños.

Fuente: unoentrerios.com.ar