Publicado en

A 40 años de la llegada del hombre a la Luna

«Es un pequeño paso para el hombre y un paso gigante para la humanidad», dijo el astronauta Neil Armstrong al pisar por primera vez la Luna y la frase se convirtió en un símbolo de aquella jornada que marcó un antes y un después en la Historia.

(Río Grande, 20 de Julio de 2009)

< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />

El acontecimiento, del que hoy se cumplen cuatro décadas, es considerado un hito en la historia de la humanidad. Fue, además, uno de los primeros hechos que el mundo siguió en vivo a través de la televisión. A cuarenta años, el recuerdo de los protagonistas, los planes de la NASA para el regreso y la visión de especialistas platenses en astronomía y aeronáutica.

«Es un pequeño paso para el hombre y un paso gigante para la humanidad», dijo el astronauta Neil Armstrong al pisar por primera vez la Luna y la frase se convirtió en un símbolo de aquella jornada que marcó un antes y un después en la Historia.

Ese aniversario se produce en un momento especial: cuando se vuelve a mirar al satélite de la Tierra pensando en el regreso, aunque esta vez para tomarlo como una futura base para viajar a otros destinos en el espacio.

Al pisar por primera vez la Luna, Neil Armstrong realizaba uno de los sueños más antiguos de la humanidad, que había inspirado miles de ficciones a lo largo de la Historia. Entre ellas, la célebre «De la Tierra a la Luna», de Julio Verne, que tuvo el mérito de haberse anticipado en un siglo a algunas de las características del viaje.

Pero también definía un paso categórico de los Estados Unidos en la conquista del espacio, que lo había enfrentado con la Unión Soviética en plena Guerra Fría. Una carrera que se había largado ocho años antes cuando el presidente John F. Kennedy expresó, en mayo de 1961, el propósito de «poner un estadounidense en la Luna antes del final de la década».

Cientos de miles de espectadores en todo el mundo siguieron el evento por televisión, lo que representó otro quiebre con relación al pasado. Sobre todo en la Argentina, donde la televisación fue la primera que se realizó vía satélite. Esta coincidencia de miles de espectadores de todo el mundo frente a los televisores inspiraría, más tarde, al argentino Eduardo Febbraro para proponer que en esa misma fecha se celebre el Día Internacional del Amigo.