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Confirman que hallaron la carga de oro del Polar Mist

Lo anunció la empresa encargada del rescate, tras localizar el pesquero hundido en el mar, cerca de Río Gallegos. El hundimiento del Polar Mist sigue sumido en un cúmulo de sospechas y misterios.

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Río Gallegos, junio 23 de 2009) – Las 9,6 toneladas de oro y plata que transportaba el barco pesquero Polar Mist están en sus bodegas, hundidas a < ?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />80 metros de profundidad unos 40 km al este de Cabo Vírgenes. Ahora sólo falta definir la tecnología que permitirá a los buzos poder zambullirse a esa profundidad para extraer el oro de las bodegas del barco, que se hundió hace cinco meses en medio de un halo de misterio.

 

La información, que aún no fue anunciada oficialmente por la aseguradora que lleva adelante la demorada empresa de rescate, empezó a circular aquí en las últimas horas de la tarde. Fuentes en permanente contacto con quienes llevan adelante la expedición de rescate confirmaron anoche la información. «Fase I y II del operativo fueron cumplidas con éxito», fue la escueta respuesta, aclarando que eso confirmaba lo que ya había adelantado LA NACION: la localización del Polar Mist, primero, y ahora, la localización del oro en las bodegas.

 

Desde hacía una semana que el buque C-Sailor de bandera de Vanuatu intentaba llevar a cabo la operación, que se desarrolló en el mayor hermetismo. Más de un intento debió realizar el barco de rescate con unos 40 hombres a bordo para localizar el Polar Mist y luego el oro. Para eso debió también esperar atracado en el puerto de Punta Loyola que mejoraran las condiciones climáticas que le impedían descender el robot submarino para localizar la presencia del oro en las bodegas.

 

La escasa información que circula sobre el tema impide poder relatar detalles de la operación. Apenas si se pudo confirmar que el oro permanece en el barco. Sin embargo, aún queda intacta la curiosidad sobre el alcance del procedimiento y la forma en que la tecnología permitió confirmar la existencia del oro allí.

 

«La siguiente etapa de la operación depende de que se cuente con el equipo que permita a los buzos operar bajo el agua a menor distancia y tener más capacidad de maniobra», explicó en forma escueta la fuente consultada.

 

El buque pesquero Polar Mist transportaba 9,6 toneladas de oro y plata -aseguradas en unos 20 millones de dólares- de las empresas Cerro Vanguardia y Minera Tritton al momento de hundirse en extrañas circunstancias en el estrecho de Magallanes, en enero pasado. La minera Cerro Vanguardia habitualmente trasladó por mar sus cargas y asegura que fue el primer incidente con un barco y que se trataba de la producción inaugural del yacimiento Tritton. Ambos emprendimientos mineros se encuentran en el corazón de la meseta santacruceña. Y en el caso de Vanguardia SA, el estado provincial es parte de la explotación del yacimiento, ya que tiene el 7,5% de las acciones.

 

El oro tenía como destino final las destilerías suizas, pero antes debía realizar un verdadero periplo: desde el puerto de Punta Quilla, aquí en Santa Cruz, y a través del Estrecho de Magallanes hasta Punta Arenas. Desde allí en avión a Santiago de Chile y luego a Suiza.

 

Lo que sigue siendo un misterio son las extrañas circunstancias en las que se hundió el Polar Mist. El 15 de enero pasado, al ingresar en el estrecho de Magallanes, la embarcación se encontró con una fuerte tormenta que obligó al capitán Patricio Olivares Huerta a buscar refugio en la costa argentina. Según el relato de los tripulantes a la Justicia, después de soportar 24 horas de tormenta, pidieron auxilio y fueron rescatados por un helicóptero de la Armada Argentina. El Polar Mist quedó a la deriva. Un día después el barco fue encontrado por el remolcador chileno Beagle. Sin embargo, luego de amarrarlo y mientras lo traían al puerto de Punta Loyola, el Polar Mist se hundió en forma sorpresiva la madrugada del 18 de enero.

 

Según las fotografías que constan en la causa que se tramita en el juzgado federal, el día que el Polar Mist fue encontrado con la preciosa carga dando vueltas sobre sí mismo con los motores encendidos no tenía averías aparentes y reinaba cielo despejado y sin tormentas a la vista. Sin embargo, y por causas que aún se investigan, el barco se hundió mientras era remolcado.