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Retornaron a Tierra del Fuego los maestros antárticos

Gustavo Lezcano y Rosa Soto fueron recibidos con sus hijas en Casa de Gobierno por el legislador Manuel Raimbault, a cargo del Poder Ejecutivo. El matrimonio docente regresó a Ushuaia tras permanecer todo el ciclo lectivo 2008 en la Antártida.

El legislador a cargo de < ?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />la Gobernación, Manuel Raimbault recibió al matrimonio docente antártico que retornó a Ushuaia tras permanecer todo el ciclo lectivo 2008 en el Continente Blanco, dictando clases a los ocho alumnos del lugar. Gustavo Lezcano y Rosa Soto acudieron hoy con sus hijas a la Casa de Gobierno donde fueron atendidos por Raimbault y autoridades de la secretaría de Relaciones Internacionales y Culto de la Gobernación.

“Venimos de manera oficial a entregar, simbólicamente, la institución de la cual fuimos parte durante un año; con los objetivos cumplidos porque los dos propósitos más importantes que teníamos los llevamos a cabo en su totalidad”, dijo Lezcano.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />

Los docentes especificaron que una de las metas cumplida fue “dar calidad educativa a los niños” que asisten a la escuela n°38 “Julio Argentino Roca”, el segundo “fue aportar nuestro granito de arena para la reconstrucción del nuevo edificio escolar que se incendió en el año 2007”.

Lezcano comentó que como ambos tenían “una imagen” del lugar donde iban a dictar clases -la casa Nº 12 de la Antártida- y que había sido la habitación del matrimonio durante la campaña 2005 “ya teníamos más o menos organizado como íbamos a llevar adelante la enseñanza de los niños en ese lugar tan pequeño”.

El docente dijo que “cuando llegamos nos encontramos con un lugar totalmente vacío y frío, pero de a poquito con la ayuda de mi esposa, los niños y toda la dotación fuimos ambientándolo y dictamos clases tranquilos, sabiendo que la esperanza depositada en el nuevo edificio escolar”.

Rosa Soto contó que vivió “con mucha pasión” la campaña antártica, y dijo que “en esta segunda oportunidad pudimos sentir mucho más profundo todas las cosas y aprovechar los errores anteriores para sacar un beneficio para poder continuar y seguir adelante en ese lugar donde los chiquitos son pocos pero se merecen todo, son argentinos, son nuestros y están haciendo patria en aquel lugar”.

Sabrina y Marian, hijas y alumnas del matrimonio, dijeron que “vivimos bien, nos acordamos de mis amigos, de la nieve, y lo disfrutamos mucho. Fue muy lindo, un poco extraño pero divertido, y aprendimos mucho”.

Las autoridades provinciales y los docentes coincidieron en la necesidad de generar, “con trabajo arduo”, conciencia a nivel provincial y nacional de que la Antártida Argentina “es Tierra del Fuego” para que “no sea asumida como un lugar lejano ajeno a los argentinos”.