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El reparto oficial y el padecimiento de Job

Como un castigo bíblico, los fueguinos siguen purgando el pecado de no alabar el reino K. Ser una provincia con gobierno opositor parece ser el causante de un desprecio y un suplicio que bien podrían encontrar un paralelismo en la historia de Job.



Ni un recurso políticamente extremo, la presencia de Fabiana Ríos en los dos últimos actos propagandísticos de Cristina Kirchner, parece voltear la suerte que Tierra del Fuego padece, como una de las provincias más duramente discriminadas por el gobierno nacional.



El plan de obras anunciado estruendosamente por la Presidenta parece ser un paso más en ese sentido, sufrir el desprecio del poder central, acusados los fueguinos del pecado de portación de gobernadora no oficialista.



Tierra del Fuego, una vez más, parece encaminarse a no recibir más que las migas del reparto de la torta, como castigo divino por haber votado en contra del kirchnerismo en las últimas elecciones.



Así lo reflejan dos de los rotativos más importantes del país, a la hora de anticipar lo que puede ser la aplicación del plan de obra pública que se supone auxiliará a las provincias a salir de la crisis.



El diario “La Nación” hace una comparación tan odiosa como reveladora: “En el caso de Tierra del Fuego, que como es una de las provincias más chicas y menos pobladas es entendible que no esté a la cabeza del listado, se ve cómo el cambio de bandera política la perjudicó. En 2007, cuando todavía gobernaba el peronista Hugo Cóccaro, los fueguinos recibieron más de 136 millones de pesos. Este año asumió la arista Ríos y, según la ejecución presupuestaria al 30 de noviembre, ya se ven las consecuencias: le giraron sólo 45 millones”.



Por su parte, “Perfil”, grafica con otra comparación que nos humilla al mostrar que nuestra suerte no se compara a la de una intendencia bonaerense: “Allí están esperando casi con resignación las gobernaciones de Tierra del Fuego y Santa Fe para que les transfieran algún peso del Tesoro Nacional mientras que al ex menemista y ahora ultrakirchnerista intendente de Ezeiza Alejandro Granados goza, entre otros aliados, de constantes y sonantes obras.



Como en la historia bíblica de Job, los fueguinos siguen recibiendo el castigo sin entender las razones y sin saber cuándo terminará el padecimiento. Quizás, como Job, alguien deba desnudarse, arrodillarse e implorar perdón por un pecado ignorado.



Mientras tanto, como en la Biblia, los “amigos de Job” con máscara de diputados fueguinos, le advierten al sufriente que “si sufre es por culpa de sus propios pecados”.



Los amigos de Job vienen a consolarlo y hacerle ver que todo sufrimiento o padecimiento se debe siempre a un pecado o infidelidad para con Dios. La infidelidad, en este caso, se expresó votando en contra del reino divino de los K.



Finalmente, en la exaltación de la paciencia -como Job- habrá que bendecir el reino K, para ver restituidas las posesiones perdidas. Aunque difícilmente, como él, volvamos a tener el doble de lo que gozáramos antes de comenzar el suplicio.