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Las patotas se cobraron otra vida en Río Grande

Falleció esta mañana Fernando Uribe, el joven de 22 años que fue salvajemente golpeado por patoteros el fin de semana pasado. Sufrió una descompensación cuando permanecía en terapia intensiva del Hospital Río Grande.

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La violencia callejera se cobró una nueva víctima fatal esta mañana, al anunciarse el fallecimiento de Fernando Matías Uribe Miranda, el joven de 22 años que el pasado domingo sufrió el ataque salvaje de un grupo de patoteros que lo golpearon sin piedad.

Con severas secuelas de la golpiza en todo su cuerpo, y en especial en su cabeza, Fernando había sido sometido a una cirugía por la cual se le extirpó un coágulo del cerebro, pero no pudo sobrevivir a las dificultades sobrevivientes por el excesivo castigo que sufrió.

Este sábado por la mañana sufrió una descompensación generalizada, falleciendo poco antes de las seis.

Respecto de los autores del crimen, la policía sólo ha admitido la identificación de dos sospechosos, a pesar de que se informó de un grupo numeroso de atacantes y de la presencia de numerosos testigos que pudieron haber reconocido a los restantes.

Durante la semana, la atribulada familia de Matías había publicado una carta abierta en la cual reclamaba por la falta de acción de la justicia y la desidia de los funcionarios frente al gravísimo hecho.

“Requerimos públicamente al Ministerio Público Fiscal que actúe efectuando todos los requerimientos necesarios y que el Juez instruya para que ningún autor material o partícipe necesario quede impune”, pedía la familia en su misiva, reclamando a la vez la colaboración de quienes resultaron testigos de la situación.

También solicitan a < ?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />la Secretaría de Derechos Humanos que se involucre en la asistencia de las víctimas de delitos y de sus familiares, puesto que “Fernando es víctima de la ausencia, el abandono y la impunidad de un Estado que no asegura la libertad ni la seguridad de sus ciudadanos”.

“No sentimos rencor hacia estos tristes personajes –declaman los padres de Fernando respecto de los ahora asesinos- los que no han sido educados en la cultura de la familia y la amistad; deseamos para ellos que esto sirva para que reconozcan la bajeza de sus actos”.

Los restos de Fernando Uribe Miranda son velados en la sala velatoria de la Cooperativa Eléctrica de Río Grande.