Desde la mañana del lunes comenzó a regir el centésimo cambio que < ?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />
Intentando responder a reclamos de los comerciantes del sector, el municipio impuso otra vez doble mano en un tramo de la arteria, desde Borges hasta Berta Weber, creando sobre la última cuadra (frente a la clínica) un cuello de botella más que propicio para los accidentes.
Vehículos estacionados en contramano, conatos de encontronazos de frente y mucha gente sorprendida era el panorama en la zona, mientras la prometida vigilancia de los inspectores municipales brilla por su total ausencia.