Ojo con tocarlo a Raúl, lo banca el pueblo, y por eso señor presidente decimos presente por cien años mas, esta era una de las consignas esperanzadas que cantaban los jóvenes de la Coordinadora, mezclados con los viejos caudillos del histórico partido de Irigoyen y Alem. Soñaban un presidente por cien años más, ojala los lideres patriotas y democráticos como Alfonsín pudieran vivir 100 años más, pero no es así. < ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
La única verdad es la realidad, como dirían otros de los grandes padres de la vida política argentina como Peron.
De hecho, desde la restauración democrática de 1983 nuestro pueblo solo eligió presidentes peronistas y radicales. Los dos grandes partidos que atraviesan crisis que parecen interminables yque de pronto, resurgen de las cenizas como si expresaran las fortalezas y las debilidades de nuestra gente,como si hiciera verdad eso de todo lo que no te mata, te fortalece.
Lo cierto es que Alfonsín ayer exhibió la dignidad de sus 81 años, pero también exhibió la fragilidad de su salud. Tiene un poderoso y maldito enemigo enfrente llamado cáncer y lo está combatiendo con tozudez de gallego con un bastón y con el afecto de la gente que lo quiere.
Ayer, Cristina -entre otros- destacaron que el homenaje se lo hicieran en vida, es muy doloroso decirlo pero todos son conscientes de que la muerte está acechando a ese hombre honrado que puede caminar con la frente alta por las calles.
Tal vez la música de ayer en el acto sea la última música y la más maravillosa que se lleve sus oídos. Tal vez la imagen de ese salón en paz y en convivencia, lleno de radicales, peronistas, socialistas, sea la última y la mejor postal que se lleve de esa Casa Rosada que lo vio librar sus batallas más difíciles.
Por eso, el discurso de ayer va a quedar como su testamento político, su legado para los jóvenes que todavía creen que la política es la única y mejor manera de construir una sociedad mas justa. En ese testamento Alfonsín dijo que la política no es solo conflicto, que es también construcción.
Delicado en las formas y diplomático en las palabras, fue un claro mensaje al matrimonio Kirchner, fue como decir que las palabras enemigo y traidor deben extirparse del diccionario republicano para siempre.
Hay adversarios, hay dirigentes que opinan distinto, hay debates calientes y apasionados pero no debe haber enemigos entre los argentinos para que no nos devoren los de afuera. Alfonsín también dijo que no hubo ni habrá más presidentes de facto y él tiene la autoridad para decir eso porque impulsó el histórico juicio de las juntas militares que puede resumirse en las dos palabras de Julio Strassera que ayer también estuvo en la rosada, “Nunca Más”.
Además Alfonsín fue el partero del periodo democrático más prolongado de la historia que es el que estamos navegando con nuestras miserias y grandezas, y que nos permite que podamos seguir construyendo esa justicia social que todos queremos en el marco de la libertad que todos necesitamos. Alfonsín dijo que esa escultura que ayer descubrieron, lo toma como un homenaje a la democracia y no hacia su persona, algo que no hubiera permitido ni aceptado.
Otro de los pilares de ese testamento político es esa critica hacia el culto del personalismo, “sigan las ideas y no a los hombres” dijo como siempre dice. Las ideas nunca defraudan, las ideas nunca traicionan, las ideas no se matan ni se mueren, las ideas sí dicen «presente» por 100 años más.
Audio: Alfredo Leuco
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