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Para algunos veteranos de guerra, ir a Malvinas en bote «es una bravuconada»

La iniciativa de ex combatientes de llegar a las Islas Malvinas en bote el próximo 2 de Abril fue calificada como una «bravuconada» por veteranos de la provincia de Córdoba.

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Desde Tierra del Fuego llegó, como si se tratara de una excursión de vacaciones, un anunció que despertó polémica: el próximo 2 de abril intentará realizarse el “Primer Raid Motonáutico a las Islas Malvinas”, lo que significaría, según los organizadores, un “desembarco masivo y pacífico”.

La iniciativa es impulsada por representantes de < ?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />la Asociación de Heridos de Malvinas y de la Agrupación de Navegantes Islas Malvinas, junto al Centro de Veteranos de Río Grande.

Beto Altieri (Heridos) y Toni López (Navegantes) fueron los encargados de promocionar esta actividad en Río Grande: “Es la primera convocatoria popular para ir a Malvinas; una actividad civil en la que participará todo aquel que quiera”, aseguraron.

La idea es que, el 1 de abril de 2009, lanchas, veleros y demás embarcaciones se encuentren en Río Grande como parte de la vigilia. El 2 de abril se las llevaría por tierra hasta Ushuaia, de allí en buque hasta la Isla de los Estados y luego, con las condiciones meteorológicas necesarias, comenzarían el recorrido de 500 kilómetros hacia Malvinas.

“La idea es reivindicar lo nuestro, como para frenar el reclamo de ellos de las 350 millas marítimas (mayo de 2009 es la fecha límite que puso la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar para que todos los países que cuentan con costas marítimas presenten reclamos de extensión de las actuales 200 hasta las 350 millas). No es un viaje de reconciliación ni de confraternidad”, aseguraron.

Por último, en declaraciones a la agencia DyN, Altieri y López lanzaron un mensaje que, seguramente, tendrá respuesta británica: “Cada vez que se nos ocurra, con un pequeño bote pescador y con un motor de 50 caballos, vamos a viajar a Malvinas, porque nadie puede impedirlo”.

Otras agrupaciones de ex combatientes de Malvinas se enteraron del anuncio grandilocuente que llegó desde Tierra del Fuego. En la Fundación Veteranos de Guerra de Malvinas, de Córdoba, la reacción fue una mezcla de sorpresa, desencanto y resignación: “Esto es parte de la idiosincrasia argentina, no nos agrupamos y cada uno va por su lado. No estábamos enterados ni participaremos de ese proyecto”.

Ex combatientes de Buenos Aires, quienes prefirieron reservar su identidad para no entrar en polémicas, hicieron una primera advertencia: “Hay que prestar atención cuando se habla de veteranos, porque en general allí confluyen colimbas con milicos; y en Río Grande son más milicos, no ex combatientes”.

“Este anuncio es un spot publicitario, un disparate de bravucones sin responsabilidad, y hay que tener cuidado porque ya tuvimos una mala experiencia por una bravuconada –afirmaron-. Además, no los van a dejar llegar, es imposible”.

Ernesto Alonso, Presidente del Centro de Ex Combatientes de Malvinas de La Plata, volvió a las Malvinas en 2006 invitado por la televisión chilena, y organiza el regreso a las islas de 16 ex combatientes por año junto a la municipalidad de esa ciudad.

“En La Plata hay alrededor de 400 ex combatientes, y ya son 50 los que pudieron regresar después del ’82. Pero regresamos con la idea de unir lazos con los habitantes de las islas, que también sufrieron el conflicto bélico. Y creo que ese camino es por el cual vamos a llegar a recuperar la soberanía; por el camino de la historia, con mucha responsabilidad y tendiendo lazos entre los seres humanos”, aseguró.

A diferencia de los anuncios que se hicieron hoy en Río Grande, Alonso cree que “la discusión por la soberanía pasa por otro carril”, no por el regreso de los soldados. “El que va, va a cerrar una historia, a sacarse los fantasmas, pero no nos beneficia en nada ir a pelar una bandera. Nosotros comemos en casas de kelpers y nos respetan mucho cuando decimos que somos soldados. Además, ellos van y vienen constantemente al continente, son habitantes de nuestro territorio que hablan otro idioma y hay que aceptarlos como tales”, finalizó.

Fuente: Crítica de la Argentina