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Desolador panorama en el Comité radical

Las nuevas autoridades pudieron ingresar y comprobaron que el saqueo ha sido arrasador. Se han robado al menos seis computadoras, sillas y hasta placas de bronce arrancadas de la pared. Aún no se hizo la denuncia.

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El vaciamiento del local partidario de < ?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />la Unión Cívica Radical en Río Grande es aun más escandaloso de lo que se temía. Durante la permanencia del grupo martinista –y luego, de los delegados de la intervención- el lugar se convirtió en escenario de reuniones privadas y han sido robados casi la totalidad de los bienes que el partido resguardaba en el inmueble.

“Sentí asco, repugnancia y a la vez una profunda angustia”, fue la impresión del doctor Darío Rojas, vicepresidente del Comité Local y uno de los primeros en acceder al local, acompañados de testigos que darían testimonio del cuadro de situación con que se encontraron.

Tal cual se temía (y en grado aún mayor del que adelantó Radio Fueguina hace ya más de un mes) el lugar ha sido devastado, además de haberse convertido en escenario de fiestas privadas y lugar de consumo de bebidas alcohólicas.

“Había manchas de orín y mugre en todos lados, hasta las paredes, el olor era insoportable”, ilustró Rojas, quien confirmó la información de esta radio, respecto del faltante de valiosos elementos, además de destrozos prácticamente totales en las instalaciones.

Desde la gigantesca bandera partidaria que cubría una de las paredes hasta los libros (unos dos mil) han sido sustraídos por manos anónimas del lugar, pero faltan además cortinas, seis computadoras, dos televisores y seis sillas, entre otros muchos bienes, respecto del inventario dejado por la última gestión electa.

Además del saqueo, hay rastros claros de que el lugar ha sido utilizado para la realización de fiestas privadas. Una cantidad importante de botellas de bebidas alcohólicas permanecen en el local como mudo testimonio del trato que se le dio al templo radical durante casi cinco años.

En medio del drama, quizás el dato más angustiante sea el faltante de cinco placas de bronce que se habían fijado en una pared del local a modo de homenaje a afiliados fallecidos. Con todo, no se realizó denuncia alguna, trámite que –de acuerdo a lo anticipado por el doctor Rojas- se cumplimentaría durante la jornada del jueves en la policía

(Imagen exclusiva La 97: el testimonio gráfico es de abril de 2008. Ayer, el escenario era aun más desolador)