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La venta de computadoras portátiles registró una caída del 19% en el 2016

Las fabricantes y vendedoras de computadoras apuestan al Ahora18 de cara a la liquidación del stock producido a consecuencia de la anunciada eliminación del arancel del 35% a los importados.

La venta de computadoras portátiles en la Argentina registró este año una caída del 19% en cantidad de unidades respecto de las vendidas en 2015, de acuerdo a los datos suministrados por una consultora privada especializada en el sector tecnológico.

Las fabricantes y vendedoras de computadoras apuestan al Ahora18 de cara a la liquidación del stock producido a consecuencia de la anunciada eliminación del arancel del 35% a los productos importados que se implementaría en marzo próximo.»Ya nadie importa insumos», comentó a Télam el gerente de la Cámara Argentina de Maquinas de Oficinas (Camoca), Carlos Scimonne. Agregó que en su mayoría los productores de computadoras «apuestan al programa Ahora18 para que las ventas se eleven un tanto respecto de lo que fue un año hacia abajo para el sector». Los números de la consultora IDC ubicaron las ventas de notebooks acumuladas a setiembre pasado en 695.411 unidades, contra las 857.454 computadoras vendidas en los primeros nueve meses del año pasado, lo que arroja una caída del 19%. La principal caída estuvo en las marcas nacionales que pasaron de vender 558.052 unidades en los tres primeros trimestres del 2015 a 397.602 en el mismo período de este año, lo que implica un retroceso del 29%. La venta de notebooks extranjeras en el país, aún con el arancel de importación vigente registró una caída del 1%, al pasar de las 29.402 unidades en el período analizado del 2015 a 297.809 computadoras en el actual. La previsión de IDC para el mercado argentino ubica en una caída del 10% en las ventas de notebooks y tablets para el 2017 respecto a las logradas en todo 2016, si no se implementan los pedidos correspondientes a planes educativos. Con planes educativos o para grupos especiales como los abuelos, ya sean del gobierno nacional, de las provincias o de los municipios, la venta de unidades equipararía a las logradas en el 2016, con una merma de 1% abajo. El ciclo de producción nacional de computadoras requiere de una previsión de seis meses entre que se hace el pedido de insumos, hasta que llegan a la Argentina, a las plantas locales, entran en línea de producción y se coloca la computadora, notebook o tablet en góndola. El sector tiene cuatro empresas líderes: Banghó, Exo, Grupo Núcleo y Novatech, que tienen en sus planes la migración a otras actividades como la producción de smartphones, o la conversión en importadores con la incorporación de nuevos segmentos como los «wearables»: pulseras, relojes y otros dispositivos que se conectan a internet. El responsable de Banghó, Pablo Suaya, indicó que hoy por hoy la empresa trabaja a «dotación completa» y que «va a seguir», en un mensaje directo tanto para los empleados como para los clientes por el «servicio de post venta». Suaya comentó en diálogo con Télam que la «eliminación de aranceles no está escrita aún en ninguna norma», y consideró que se «engaña a la gente al decirle que se va a abrir la importación cuando en el mercado no faltan productos importados». Además, recordó una vez más que aunque el Gobierno ejecute la eliminación del arancel del 35%, el producto importado llegará a la góndola con una diferencia de «entre el 20 y el 25%» menor al precio actual de un producto nacional. «Este año la importación estuvo 100% abierta, no faltó producto, se compitió lo mejor que se pudo», insistió Suaya tras recordar que los insumos importados para la producción nacional de equipos pagan un arancel del 10%. «La rebaja del 50% no va a suceder, y eso genera una expectativa en la demanda que hace que restrinjan sus compras esperando los mejores precios de abril», enfatizó. Al respecto desde IDC, el analista senior Sebastián Ignacio Novoa, consideró que el impacto en precios será hacia la baja entre un 15 y un 20%, pero remarcó que «también mejoran las características de los equipos ofrecidos». Agregó que no se trata sólo del arancel aduanero, sino que el peso de la financiación tiene un valor que incrementa el precio final del producto en un 29%. Por su parte Scimone dijo que al cierre de diciembre se habrán perdido 1.500 empleos en el sector, especialmente en las 4.000 PyMEs del interior y las que tienen dedicación específica a un producto, como los ensambladores de memorias. También la cámara de la industria electrónica (Cadieel) indicó que «más de un tercio de las PyMEs del sector electro electrónico redujo su plantel este año», con un pérdida de empleo del 20%; y subrayó que «pese al buen clima de diálogo hay señales preocupantes que desalientan la inversión en el sector»: Según difundió Cadieel, el 40% de las empresas disminuyó su facturación en un promedio de 30,5%; y otro 32% aumentó los ingresos en una media de 30,75%. Un 27% de las empresas facturó lo mismo en los primeros nueve meses de este año respecto de igual período de 2015. Ambas cámaras promovieron un trabajo conjunto con equipos del Frente Renovador y del Frente para la Victoria que concluyó en un proyecto de ley que crea el Programa de Desarrollo de la Industria de Bienes Tecnológicos, beneficios e incentivos», cuyo tratamiento quedó en suspenso hasta la apertura del próximo período legislativo.

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