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EXCLUSIVO: A un año del escándalo de Top Gear: ¿La BBC sabía del plan?

Un año después, nada queda del escándalo internacional que desatara la presencia de tres autos ingleses en Tierra del Fuego. Pero, ¿la cadena BBC estuvo implicada en la burla a los argentinos?

Hace hoy exactamente un año, el portal de Radio Fueguina, www.radiofueguina.com, publicaba muy temprano una nota que sería el disparador y el primer capítulo de una novela escandalosa que, desde Tierra del Fuego, conmovería al país y una parte de Europa, por sus implicancias.

“Insólita provocación de un periodista inglés en pleno suelo fueguino”, titulaba el artículo que, muy temprano esa mañana, promovería una reacción que convertiría aquel día en una jornada de furia y hechos caóticos que pudieron haber terminado en algo cercano a una tragedia.

Concretamente, un grupo de integrantes del programa “Top Gear”, el más famoso de la TV inglesa, se paseaban por Tierra del Fuego filmando los avatares de una excursión que tenía por protagonistas a tres autos clásicos, cuyas patentes serían el foco de la sospecha, la indignación, la reacción airada de muchos y la definitiva expulsión del grupo británico y sus acólitos contratados en Buenos Aires.

Es que la combinación de letras y números de cada patente parecía ser, claramente, una alusión a la Guerra de Malvinas y, peor aún, hacía referencia a los muertos de cada bando que la batalla librada en 1982 ha dejado como trágico saldo.

La comitiva y sus chapas patentes llenas de suspicacia ya se habían paseado por toda la Patagonia y, aunque algunos ya habían observado la ofensiva significancia, no fue sino al llegar a Tierra del Fuego que los visitantes comprobarían que por esta parte de la geografía argentina, la cuestión Malvinas no es cosa de broma y que el sentimiento malvinense no hocica ni aun frente al interés económico más poderoso.

Es que, en Ushuaia, algunos mercenarios del turismo habían acogido al grupo y le habían facilitado refugio y reserva, atentos a un eventual repudio que, finalmente, terminaría por acaecer poniendo abrupto fin al show y al negocio.

Hecha la denuncia desde este portal, los primeros en reaccionar fueron los veteranos de guerra que se apostarían durante toda la jornada frente al lujoso hotel que albergó a los ingleses para exigirles que se volvieran por donde habían venido y hasta les dieron un plazo perentorio para ello.

Luego vendría el vertiginoso devenir de hechos. La intervención de autoridades de todo nivel, desde las provinciales hasta la propia Cancillería argentina, la expulsión del odioso grupo, el caótico paso por Tolhuin, el abandono en pleno campo de los vehículos motivo del escándalo y, finalmente, la huida subrepticia durante la madrugada por un paso fronterizo habilitado al efecto por unas horas, y con participación de las autoridades migratorias chilenas.

Atrás quedó –frustrado- el grupo de manifestantes que, en la entrada a Río Grande esperaron en vano el paso del grupo, para darles una malvenida que –de suceder- pudo haber concluido en hechos inimaginables y talvez hasta irreparables.

La febril jornada en suelo fueguino había terminado, pero la polémica se estiraría por dos meses más al menos. Cruces de acusaciones, desmentidas y revelaciones que involucraron a los responsables del programa, la cadena BBC de televisión (responsable del envío), las autoridades fueguinas y argentinas, los medios informativos porteños que tomaban partido por uno u otro sector y hasta políticos oportunistas que, quizás sin saber de qué se trataba, sumaban su repudio “por las dudas” porque el chauvinismo siempre queda políticamente elegante.

Todo ello quedó reflejado en las numerosas notas que radiofueguina.com ofreció a sus lectores y que pueden consultarse en el archivo. Algunas de ellas fueron citadas por agencias informativas británicas. Un año después, es escaso el saldo que puede contabilizarse como conclusión. Entre lo rescatable, ahora el mundo sabe que Malvinas en Tierra del Fuego es cuestión de Estado y de identidad. Que mientras en el resto de la Argentina muchos debaten su significado, por aquí no se aceptan bromas, ni burlas, ni dudas respecto de que la soberanía se ha de defender con la vida. Como lo hicieron los mártires de la guerra de 1982.

Lo demás serían dudas que nada, ni el tiempo, resolverá. ¿Fue una increíble coincidencia como dijo Jeremy Clarkson (el villano dela historia) o hubo realmente una intencionalidad elucubrada cruelmente por los productores del programa? ¿Qué hubiera pasado si no mediaba la acertada actuación de dos o tres funcionarios fueguinos que, resistiendo las presiones, lograron sacar al grupo de la Isla sin que los incidentes llegaran a mayores?

Como saldo, un innegable déficit en la credibilidad y el prestigio de la poderosa cadena BBC (algo así como un chichón en la cabeza de Goliat provocado por un piedrazo arrojado por David) y el despido de Jeremy Clarkson de la productora, porque el de Tierra del Fuego no era su primer papelón internacional, sino, en todo caso, la gota que desbordó la copa de la paciencia de la cadena británica.

A un año vista, los rastros del escándalo van desapareciendo. Clarkson se procuró nuevo trabajo, las causas penales recíprocas naufragaron prontamente y los tres valiosos autos (secuestrados por la policía fueguina por varios meses) fueron devueltos a Inglaterra a instancias de la Cancillería y por pedido de la BBC.

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Talvez el último capítulo se escriba (como el primero) desde este portal. Es que un documento llegado a nuestras manos permitiría, con algún grado de certeza, concluir que la propia cadena BBC participó de la elección de las patentes cuestionadas y que la burla no era responsabilidad exclusiva deTop Gear o de Clarkson y sus socios, como se hizo aparecer.

Radio Fueguina tuvo acceso a copia de la documentación oficial con que ingresaron los tres automóviles al país. La imagen que se exhibe junto a estas líneas es más que expresiva. Los tres vehículos, con los números de patente motivo de la polémica, llegaron a Argentina con papeles donde constaría que estaban registrados en Gran Bretaña a nombre de la propia cadena televisiva.

Lo que se muestra es un facsímil del título de registro del Porsche que lideraba la excursión. Junto a la identificación que desató el repudio (H982 FKL) se lee “Registered keeper” (titular registrado): BBC y una dirección en Birmingham que sería de la productora.

Los otros dos vehículos reconocen al mismo titular, la BBC, bajo la identificación “EKH 646J” y “N269 KNG”. La acusación que cimentó el repudio argumenta que estas dos últimas hacen alusión, respectivamente, a la cantidad de caídos en combate del lado argentino y británico, en tanto que la primera se compadece con las tres últimas cifras del año en que se desató el conflicto bélico, con más los caracteres “F-K-L”, demasiado afines a la expresión “falklands” con que los británicos identifican a nuestras Islas Malvinas.

¿Coincidencia o inaceptable burla? ¿Broma de mal gusto o casualidad? Preguntas que quedan en la penumbra de la duda. Pero a la siguiente cuestión ¿La BBC sabía?, parece haber una respuesta contundente, a partir de esta documentación que mostramos como primicia. Los tres vehículos, con sus números de patente, están a nombre de la cadena televisiva, no de la productora o de un sujeto en particular. Si se eligió esa combinación adrede, no fue una idea aislada de Jeremy Clarkson y sus ocurrentes productores.

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