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Chicos que crecen: Daniela, Veterinaria con la vocación muy clara

“Chicos que crecen”, en ((La 97)). El ciclo que pretende mostrar en todo su potencial a nuestros jóvenes fueguinos. Los que pusieron su esfuerzo y el de su familia para hacerse una profesión y tener su propio plan de vida.

“Desde muy chiquita me gustaron mucho” los animales, declara, explicando hasta qué punto tuvo siempre en claro cuál sería su profesión.

Daniela Pérez es fueguina, vivió toda su vida en Río Grande, salvo esos años en que debió alejarse de su familia para estudiar la profesión que anhelaba y que ocupaba todo su horizonte y sus sueños.

“Siempre dije que quería hacer danzas o veterinaria”, concede, y hasta se permite incluir Biología Marina en el menú, pero pasar una vida dedicada a los animales fue su deseo excluyente y hacia allí encaminó sus pasos.

Terminada su formación básica en la Escuela 32 (primera promoción) y en el Colegio María Auxiliadora se estableció, no sin miedos, en la bonaerense ciudad de Tandil, donde cursaría Medicina Veterinaria hasta diplomarse.

“No me costó elegir, lo que hace más fácil afrontar los primeros fracasos en la facultad”, se ataja Daniela, aunque los infaltables pequeños fracasos no fueron un obstáculo en sus estudios y alcanzó en el plazo previsto la graduación.

En ese camino y para siempre después, la acompañaría una amiga inseparable: “Oly, mi compañera que hoy tiene once años, mi perrita”, comparte, con picardía y amor.

 

El trabajo y la familia

Apenas recibido su diploma de Médica Veterinaria, Daniela emprendió el regreso a casa. “No era la idea quedarme en Tandil, hay muchos veterinarios”, admite apelando a la lógica.

Enseguida consiguió trabajo en su ciudad y ya no se detendría. Veterinaria Leiva es hoy el lugar donde declara su amor a los animales cada día, para beneficio de las mascotas.

Mientras tanto, ya espera a su primer bebé, como fruto de una vida ejemplar.

Daniela Pérez, una más de nuestros “Chicos que Crecen”, charló con Marita Romero en ((La 97)) Radio Fueguina y nos dejó todas su juvenil experiencia y su propia demostración de que, con sueños propios, sacrificio y voluntad, todo es posible.

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