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Tragedia: Una nueva muerte por aborto clandestino en Argentina

Era madre de un nene de 2 años. Llegó al hospital en grave estado. Le extirparon el útero, pero no pudieron salvarla.

Llegó al hospital con un cuadro infeccioso general. En la guardia la atendieron y notaron que tenía perejil en su vagina. No había dudas: la mujer se había hecho un aborto casero. La internaron de urgencia. Le sacaron el útero. No hubo caso. El lunes a la noche murió. Tenía 34 años y un hijo de 2.

El domingo, al entrar al hospital Manuel Belgrano de San Martín, la mujer tenía pérdidas, pero lo más grave era la infección avanzada. Los médicos le realizaron una histerectomía. La dejaron en el shock room, porque no había lugar en terapia intensiva. Como el lunes a la tarde no mejoraba, la trasladaron al hospital Magdalena Villegas de Martínez en Pacheco, donde la internaron en terapia intensiva, pero el cuerpo no aguantó y murió. Era el tercer aborto que se hacía. 

«Nunca hubiera pasado esto si el aborto fuera legal -dice a ClarínSebastián Crespo, de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir-. Tampoco habría mujeres que se hacen tres abortos, porque si el aborto fuera legal, en los centros de salud se da información y se entregan anticonceptivos para que nunca más vuelva a ocurrir».

Abortar con perejil es un antiguo método casero y barato. El perejil se regala en las verdulerías. Lo más usual es que las mujeres se metan tallos largos en la vagina, hasta que tocan el útero. Esto genera las contracciones y se expulsa al embrión. Lo más común es que el aborto quede incompleto y se produzca una infección que provoca grandes dolores y fiebre. La infección puede diseminarse por todo el cuerpo en forma muy rápida.Entonces quedan pocas posibilidades de sobrevivir.

Desde la Campaña Nacional por el Aborto Seguro Legal y Gratuito y la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir sacaron un comunicado:  «La clandestinidad mata ¡Aborto legal, seguro y gratuito ya!  Llegó a la guardia de un Hospital del conurbano bonaerense por las consecuencias de un aborto inseguro. Estuvo dos días internada, en dos centros de salud diferentes y falleció anoche. Tenia 34 años y era madre de un niño. Como señalamos, desde el 8 de agosto, cada muerta y presa por abortar, es responsabilidad del Poder Ejecutivo Nacional y de lxs 40 senadoras y senadores, integrantes del Poder Legislativo, que se abstuvieron o votaron en contra de nuestro derecho a la vida, a la salud y al reconocimiento de nuestra dignidad», comienza el comunicado.

Sigue: «Ante el rechazo y/o la abstención a una Ley fundamental en la Cámara de Senadores de la Nación, responsabilizamos también a las autoridades provinciales. En este caso, a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, responsable de la implementación del Protocolo para la Atención Integral de las personas con derecho a la Interrupción Legal del Embarazo del Ministerio de Salud de la Nación. Quien manifestó sentirse «aliviada» porque el aborto siga siendo clandestino. ¿Cuántas mujeres y personas gestantes muertas más van a necesitar para entender que el aborto debe ser legal, seguro y gratuito en Argentina? La clandestinidad no salva ninguna vida. La clandestinidad mata. Por la nueva víctima y tantas otras, ¡será Ley!  Educación sexual para decidir Anticonceptivos para no abortar Aborto legal para no morir».

Clarín se comunicó con el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Andrés Scarsi: «Como ocurre con cualquier muerte, es un dolor tremendo», dijo.

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