El «superministro» de Economía de la Nación, Nicolás Dujovne, dio buenas noticias (al menos ante el panorama inicial) a los encargados de las finanzas de todo el país: finalmente, el Gobierno nacional se hará cargo de gran parte del ajuste y las provincias sólo deberán realizar un «pequeño» sacrificio.
Sin embargo, y a pesar de que Tierra del Fuego es la que menos deberá recordar su presupuesto, esto significa para las arcas provinciales un verdadero ajuste.
En comparación con la erogación prevista para este año, un recorte de más de mil millones de pesos se traduce para la provincia en un recorte del 5%.
¿Y qué significa esto?
De acuerdo al Presupuesto 2018 aprobado por la Legislatura y que recibió el visto bueno del Tribunal de Cuentas, esos mil millones de pesos equivalen a poco más del 25% del total que destinó la provincia a los entes descentralizados ($4.079 millones).
Es el doble de lo destinado al Poder Legislativo ($566 millones) y prácticamente igual que la erogación prevista para el Poder Judicial en el año en curso ($1.183 millones). Es, para dar otro ejemplo, la suma total que recibieron el IPV, la DPOSS, Vialidad Provincial y la Dirección de Puertos, todos juntos, y es poco más de la mitad de todo lo que destina el Instituto Provincial de Vivienda a la construcción de casas sociales en Tierra del Fuego.
Es, en lo que se refiere a servicios, casi el doble de lo destinado a la compra de gas envasado para los vecinos que no están conectados a la red ($700 millones) y el triple de lo erogado para para financiar las pensiones y la cobertura médica de los beneficiarios de las RUPE.
Fuente: Tribunal de Cuentas de Tierra del Fuego
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