A pesar del acuerdo alcanzado entre AFARTE, Nación, el Gobierno provincial y la propia UOM, los metalúrgicos se mantienen firmes en su intención de movilizar mañana 20 de noviembre por las calles de Río Grande «en defensa de la industria».
Es que los trabajadores del sector abrazaron las declaraciones de su líder Oscar Martínez, que dijo sentirse «extorsionado» por el Gobierno y los empresarios para firmar el famoso acuerdo que evita borrar de un plumazo los aranceles a productos electrónicos importados.
Asimismo, sienten que lo único que se ha logrado con esto es retrasar la «desaparición de la industria», ya que el acuerdo supone una reducción gradual de dichos impuestos, que pasarán del 10,5% hasta llegar al 2% en 2023.
La movilización del 20 de noviembre
Los propios metalúrgicos admiten que el grado de convocatoria para la movilización del próximo lunes no será el mismo que el que se esperaba antes de que las partes suscriban el compromiso.
Es que son varios los gremios que se supone no participarán de las medidas: entre ellos, los sindicatos que tienen cercanía con el Gobierno provincial.
En cambio, los operarios apuestan a que la campaña realizada en medios y redes sociales contra el ajuste consiga llamar la atención de trabajadores de otras ramas (como los empleados de comercio) y del vecino en general.
A menos de 24 horas de la famosa movilización, los metalúrgicos ya definieron el cronograma: se reunirán en las fábricas donde cada trabajador realiza sus tareas; los vecinos, por otro lado, se agruparán directamente en la Plaza de las Américas, que nuevamente se transformará en el epicentro de una protesta.
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