Los destructivos conflictos que arrastra el Radicalismo a nivel nacional tienen su fiel imagen en la provincia de Tierra del Fuego, donde el partido parece condenado a no tener candidatos propios casi en ningún estamento.
Los acuerdos frentistas parecen ser la única vía para mantener a la UCR con chances en la carrera electoral, aunque de uno y otro lado, entre los dirigentes siguen los reproches mutuos por esa estrategia que todos practican.
Siguiendo el correlato de sus dirigentes nacionales, lejos de buscar integrar a los correligionarios en un proyecto propio, las peleas y las alianzas por sector parecen ser la tónica de los dirigentes radicales que han llevado esta semana sus enfrentamientos internos a la máxima expresión y a un punto de no retorno, cuando falta poco más de un mes para la interna partidaria.
Curiosamente, la UCR tiene en sus filas a dos de los candidatos mejor posicionados en las encuestas, aunque en su carrera a la Gobernación, Federico Sciurano no logra armar una estructura que lo apoye en Río Grande, en tanto Gustavo Melella sufre ataques cada vez más virulentos de parte de los tres legisladores de su partido. Una forma de actuar casi suicida, perniciosa no sólo para los propios referentes sino para el partido en su conjunto.
Desde la recordada frase de Pipo Rodríguez advirtiéndole a Melella que “no nació de un repollo”, las críticas de los legisladores no cesaron nunca, aunque el Intendente de Río Grande asegura que “Cuando vienen al Municipio dicen una cosa y después en los medios dicen otra”.
A cada censura de los legisladores, el jefe comunal riograndense respondió ratificando su decisión de no renegar de ningún acuerdo, especialmente si es por cuestiones institucionales, y reiterar sus encuentros y fotos compartidas con dirigentes y funcionarios del Frente para la Victoria.
La discusión llegó a su punto más álgido esta semana, en ocasión de la presentación del partido Forja y en pleno cierre de listas para la interna radical. La esposa de Alejandro Vernet lamentó que Río Grande no tenga así un candidato radical para la Intendencia de Río Grande y sugirió la posibilidad de expulsar del partido Radical al candidato a la reelección Gustavo Melella. Liliana Martínez Allende, partícipe del acuerdo entre la UCR de Ushuaia y el MPF, defendió las alianzas electorales, aunque a su particular criterio, “el FpV es el límite” y terminó de darle forma al enfrentamiento con Melella, al que también abonaron Pablo Blanco y Felipe Rodríguez.
Así las cosas, Melella decidió esta semana abandonar su tono conciliador y, en un tono de calculado enojo, sorprendió con reproches que lo ponen definitivamente en veredas distintas con los legisladores radicales, sin posibilidades de reconciliación.
“Por qué no se fijan que en Ushuaia no tienen candidato radical”, devolvió Melella, y habló, sin nombrarlos, en clara alusión a Blanco y Martínez Allende pagándoles reproche con reproche.
“En Ushuaia pierden el candidato a intendente radical ¿y no les preocupa?, me parece que lo que les preocupa es otra cosa”, sospechó el Intendente, preguntándose “Por qué no se postulan, ya que son los abanderados de la ética radical”
“A los referentes radicales que tanto se preocupan por Forja, que se presenten en Río Grande en lugar de asegurarse los primeros lugares en la Legislatura”, espetó, en alusión al trabajo de Blanco y Martínez Allende para encabezar las listas a legisladores para las próximas elecciones, en base al acuerdo con el MPF.
Parafraseando una expresión que transporta la memoria a los golpes cívico-militares contra el Radicalismo, Melella les pidió a sus críticos “Que no vayan a golpearles la puerta a otros partidos”. “Que se presenten ellos, que resignen su primer lugar en la lista de Legisladores y se presenten en los municipios”, arengó.
“Me parecieron muy poco democráticos algunos que hablan tanto de Alfonsín, me parece triste” se admitió dolido Melella, que no olvidó responder a la hipótesis de que “si se levantara Raúl Alfonsín, los echaría a patadas”, deslizada por los legisladores contra los referentes de Forja en su conjunto.
“Que se presente de candidata”, disparó y se corrigió enseguida: “candidato”. Finalmente, presentó una propuesta superadora que dejó en claro contra quiénes era su enojo: “Que uno se presente en Río Grande y la otra en Ushuaia, así Ushuaia no pierde el candidato radical, que lo están perdiendo”, propuso, constructivo, para terminar.
Comentarios