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Molina: “Toda recuperación empieza por un mate y un abrazo”

Con la convicción de que la ‘Prevención’ es la base de la lucha contra el narcotráfico, el padre Juan Carlos Molina, titular de la SEDRONAR, inició su encuentro con los equipos técnicos de trabajo que tomarán las riendas de esos espacios destinados a la contención y recuperación.

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Con la convicción de que la ‘Prevención’ es la base de la lucha contra el narcotráfico, el padre Juan Carlos Molina, titular de la SEDRONAR, inició su encuentro con los equipos técnicos de trabajo que tomarán las riendas de esos espacios destinados a la contención y recuperación de muchos de nuestros jóvenes que vivencian alguna problemática vinculada a las adicciones. Más de cincuenta jóvenes de nuestra ciudad se preparan hoy para afrontar este desafío, el de aportar, cada uno desde su disciplina, profesión y humanidad, en la promoción de una sociedad libre de adicciones, teniendo como ejes fundamentales la educación, la ocupación, la cultura, en definitiva, el empleo del tiempo libre en actividades recreativas sanas.

”Le tenemos que ganar a las esquinas, ofrezcamos cultura, deporte, un espacio de encuentro”, expresó con firmeza Molina, reafirmando esa idea central que guía su trabajo, la de ir a la raíz, “trabajar contra el narcotráfico no es salir a matar, es contener, prevenir, acompañar. La mejor lucha contra el narcotráfico es la prevención, no más policías o más patrulleros”.

En cuanto a la modalidad de trabajo que van a adoptar estos equipos interdisciplinarios, el titular de la SEDRONAR afianzó la postura de salir a trabajar al territorio, a encontrarse entre jóvenes, porque en el ‘encuentro’ está la clave, “es el barrio el que tiene que ser el gran preventor, es el barrio el que tiene que ser el gran terapeuta”, y reforzó “el encuentro es fundamental en los CEPLA, hay que romper el esquema de que el profesional es el que salva y el otro es el enfermo, nada de consultorios, el psicólogo atiende al costado, en la plaza, en el patio, tendiendo su mano, escuchando, dando su contención, mate de por medio, porque para nosotros ‘el sabor del encuentro’ no es la cerveza, es el mate” concluyó, subrayando que lo importante en el proceso es justamente el ‘gesto de compartir’.

Finalmente, al describir los centros preventivos, los caracterizó primeramente como una ‘Casa’, donde se encuentre contención de hogar, donde se cocine, se charle, se comparta; como una ‘Escuela’, que los prepare para la vida, fomentando las potencialidades de cada uno; que exista un ‘Patio’, lugar del encuentro, del deporte y de la cultura; y por último ‘Terapéutico’, afirmando que la casa ordena, la alegría ordena y la terapia acompaña.

Un trabajo arduo, profundo, y sumamente importante que se está desarrollando, luchando contra el narcotráfico y en pos de lograr ese gran objetivo, el de que los jóvenes encuentren, en su ciudad, un espacio alternativo a las adicciones.

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