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Dr. Alvaro Diez: «En Tierra del Fuego tenemos chicos que pasan hambre»

En una entrevista mantenida en el programa radial «Un Gran Día» el Dr. Alvaro Diez, integrante de la fundación DAR, aseguró que «en Tierra del Fuego tenemos niños que pasan hambre». Estas declaraciones las manifestó mientras explicaba los problemas que generan la desnutrición en los chicos.

Diez Alvaro

El Dr. Alvaro Diez, quien es médico pediatra perteneciente a la fundación DAR, mantuvo una charla en el programa radial «Un Gran Día» que se emite en Radio Fueguina. En la entrevista, el galeno, quien habló de diversos temas relacionados a la prevención de enfermedades de los niños, especialmente en lo relacionado a la nutrición infantil dijo, entre otras cosas que, «en Tierra del Fuego hay chicos que pasan hambre».

Al inicio de la charla, el médico manifestó su alegría por «poder compartir todo lo que están haciendo con la fundación DAR, y por los logros obtenidos.

Según el galeno, DAR son las siglas de las palabras Dignidad, Amor y Responsabilidad y es una ONG que se desprende la gran familia Conin que nació hace 20 años en Mza. Esa fundación comenzó con un hospital de desnutridos y un centro de prevención de la desnutrición infantil. «Esta familia creció y ya tiene 70 entidades que trabajan en todo el país y, la de Río Grande es la número 43».

Aunque el nombre de la ONG represente dar u ofrecer, el pediatra dijo «nosotros no damos nada, sólo volcamos nuestro conocimiento, damos abrazos, besos, afecto y ponemos mucho energía en lo que hacemos pero no somos asistencialistas, sólo queremos trabajar por la dignidad de la persona. El nuestro es un centro de prevención de la desnutrición infantil y promoción humana y nos basamos en fomentar los valores de la vida, la integridad familiar, el apego y la buena relación de sus integrantes».

Al continuar explicando la función de la fundación, dijo que se busca «criar niños con sus cerebros sanos para que el día de mañana podamos desarrollar todo su potencial para que sean ciudadanos que aporten a la sociedad».

Para Diez, un chico que no tiene la alimentación necesaria, tendrá un problema que impactará en el desarrollo del cerebro. Ese impacto «se establece, principalmente, durante el primer año de vida y, lo novedoso de este movimiento, es el cambio de paradigma que no solamente uno crece comiendo sino que necesita 50% de alimentos y otro 50% de estimulación afectiva». Es decir que para crecer, «ese cerebro necesita desarrollar su árbol florido en los primeros 5 años de vida porque, después, no va a tener la capacidad de retomar esa función. Una vez que ese cerebro no se pudo desarrollar en el tiempo estipulado, no lo va a poder hacer después». Como ejemplo citó a esos niños que tienen más capacidad que otros de aprender y esa comparación la relacionó directamente con algún problema neuronal.

«Desde DAR, lo que se trata de hacer, es concientizar a la familia de la importancia de la nutrición como de la estimulación», explicó.

El Pediatra, quien se desempeña en el Hospital Regional de esta ciudad, dijo que, en Río Grande, la fundación DAR trabaja con 17 familias que conviven con mucha vulnerabilidad social y una vez que la familia es recuperada, se las exime o se las egresa.

Por otra parte detalló que en la fundación DAR de Río Grande trabajan, hace unos 4 años, unos 20 voluntarios, por lo que estimó que, junto con los que lo hacen por fuera de la fundación, «debemos ser unos 35 voluntarios».

Si bien existe un proyecto para contar con una sede propia y a pesar de tener terreno asignado, DAR aún no tiene ese espacio. Ante esta situación, la fundación trabaja una vez a la semana, los sábados de 15:00 a 18:00, en el Centro de Formación Laboral ubicado en el B° CAP.

Al hablar de la desnutrición en Tierra del Fuego, el Dr. Diez aseguró que acá «no tenemos chicos con desnutrición grave pero sí tenemos chicos que pasan hambre y nuestras familias nos comentan que no tienen qué comer, que llega fin de mes y, a la noche, no tienen qué comer. Quizá cuentan con las ayudas de Gobierno, de la Municipalidad, en las escuelas, los bolsones pero la situación laboral, muchas veces, es muy vulnerable y hay momentos en que hay y en otros, no hay».

Sobre este mismo tema dijo que también «tenemos niños desnutridos con una desnutrición crónica. Con muchos niños que quizá, son de otras provincias que ya son chiquitos -de talla chica- y de bajopeso, trabajamos con ellos para tratar de lograr, al menos, una recuperación del peso».

El médico recalcó que un niño que no fue bien alimentado y bien estimulado en los dos primeros años de vida, «ya no crece». Esto lo explicó de una manera gráfica y dura, «si uno ve el cerebro de un niño de 2 años de vida y que fue bien estimulado y bien alimentado, es un árbol en primavera y, por el contrario, si uno hace una biopsia de un niñito desnutrido, es un bosque quemado y sobre un bosque quemado, no se puede trabajar. A esos chicos les costará sumar, restar, multiplicar, no van a terminar la escuela o les va a costar conseguir un trabajo. Esas personas van a estar limitadas de por vida».

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