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Djokovic se coronó en Wimbledon por tercera vez

Derrotó en cuatro sets al suizo Roger Federer y se consagró campeón por tercera vez en el grand slam británico.

El serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, se coronó campeón de Wimbledon por tercera vez en la historia, después de vencer en la final al suizo Roger Federer por 7-6 (1), 6-7 (10), 6-4 y 6-3, en dos horas y 55 minutos.

«Nole», de 28 años, revalidó el título logrado el año pasado ante el mismo rival y sumó el noveno Grand Slam de su carrera, segundo de la actual temporada tras el Abierto de Australia.

Con clima hostil

Djokovic, al igual como hizo en 2014, se ha recuperado en tiempo récord de la derrota en la final de Roland Garros para ser el mejor en hierba. A sus conocidas habilidades en el resto le unió este domingo el servicio, que no le abandonó en ningún momento, ni cuando más presión le ponía Federer con su derecha y con las continuadas subidas a la red.

Si de algo no dudaba nadie es que la grada iba con Federer. Lo sabía el suizo pero también Djokovic, que aguantaba a regañadientes cada ovación que recibía su adversario en el momento de crearse opciones de rotura o de simplemente realizar un buen punto.

En un ambiente hostil para él, ‘Nole’ empezó cediendo la iniciativa. En un plis plas, el tanteo reflejaba un 4-2 favorable al siete veces campeón de Wimbledon. Sin embargo, el serbio, defensor de la corona, parecía tener un plan. En ningún momento gesticulo hacia su banquillo. Su tranquilidad soprendía a todos.

Reaccionó y se llevó la primera manga en el ‘tie break’ donde sólo existió él. Antes, en el decimosegundo juego, Federer tuvo dos pelotas para adelantarse en el marcador. El saque de Djokovic le salvó en esa ocasión.

La segunda manga pareció como de tanteo. Nnguno quería fallar y los dos finalistas se concentraron más en mantener su servicio que en adjudicarse el del otro. El tenista de Belgrado tuvo pelota para dos sets a cero en el décimo asalto. Se le escapó. Al igual como se le escaparon seis pelotas más de set en la muerte súbita. Federer firmaba las tablas y ‘Nole’ maldecía su mala suerte pegándose golpes contra las zapatillas.

En una final que se decide por detalles hubo uno que marcó un antes y un después en el partido. Federer, con aspecto fatigado, tiraba fuera una derecha que golpeó a mitad de pista y que significaba el primer ‘break’ de su rival en el tercer set.

Con un marcador parcial de 3-2 para el serbio y servicio apareció la lluvia, que le hacía más falta al suizo que al número 1 mundial. El ligero chaparrón pudo cortarle el ritmo de crucero. No lo hizo porque su servicio estuvo a la altura de la cita.

El número 1 ATP volvió a adelantarse. Los casi 34 años de Federer pesaban como una losa a la hora de plantearse una posible remontada. Boris Becker, que casi no se puede levantar por su última operación de cadera, y Stefan Edberg, habitualmente impasible, jugaban su particular final con gritos y gestos a sus jugadores.

Un ‘break’ en el quinto juego del cuarto set mandó directamente a Federer a la lona. La gente se esforzó en que el suizo hiciera algo más pero no pudo porque su rival, más fresco de ideas y de golpes, no le dejó. Incluso interrupían el saque del serbio, que se enojó con parte de la grada. Djokovic luchó contra Federer y contra todos los elementos pero volvió a demostrar ser el mejor. Lo dicen las cifras: 48 victorias este año por tan sólo tres derrotas.

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