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Furor por Chile: compras con tarjeta de argentinos se duplicaron en 2016

Los consumos con débito y crédito superaron los USD 830 millones. Este año ingresarán 10.000 argentinos por día.

El viaje de compras a Chile es una tendencia que llegó para quedarse. Con precios hasta un 60% más baratos que en la Argentina, este año romperá un nuevo récord cuando 3,7 millones de turistas argentinos crucen la Cordillera, un promedio de 10.000 por día según el Servicio Nacional de Turismo de Chile (Sernatur).

Luego de un año en el cual el consumo interno cayó con fuerza, casi 3 millones de argentinos usaron más que nunca sus tarjetas de crédito y débito en 2016 para pagar sus compras en el país vecino. El gasto con plásticos se duplicó con respecto a 2015, según el informe de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC) sobre la base de datos de Transbank, la administradora de Visa, Mastercard y Diners Club.

«Sin contar las transacciones en efectivo, el año pasado los argentinos gastaron USD 836 millones«, aseguró Bernardita Silva, directora de la CNC, en diálogo telefónico con Infobae desde Santiago de Chile. Esto incluye los consumos en comercios, shoppings, supermercados y restaurantes, como así los hoteles que se pagan en el país vecino.

Mientras que las compras de todos los extranjeros con tarjeta cerraron con un alza real de casi 18%, las transacciones de argentinos se dispararon un 104 por ciento. «La suba interanual para las compras argentinas había sido del 168% en 2015, y desde ahí ya partimos de una base de comparación alta para el 2016», dijo Silva, para explicar el ritmo de crecimiento menor.

Con todo, el aumento en el gasto de extranjeros se explica «netamente» por los argentinos. Si se sacan sus consumos con tarjetas de la ecuación, las compras de extranjeros en realidad caen un 3% real.

Para la Cámara de Chile, el boom de turistas argentinos comenzó a fines de 2015 tras la salida del cepo cambiario que eliminó la retención del 35% a las compras realizadas en el exterior. «La entrada de extranjeros totales aumentó un 26% en 2016, mientras que el alza de argentinos fue de un 49% interanual», continuó el informe.

Electro y ropa, los reyes del consumo

La estadía de los argentinos se extiende más en el verano por la playa y porque coincide con las vacaciones, pero en el resto del año, Silva aseveró que «el promedio de estadía es de dos a tres días». Las promociones como el Black Friday y los fines de semana largo le dan impulso.

La «invasión»de  argentinos en los shoppings de Santiago de Chile para comprar electrónica e indumentaria no sólo se da por la diferencia de precios, sino también por el acceso a marcas que no se venden en suelo local, como H&M, Forever 21 y Ripley. La capital del país no es la única beneficiada por las escapadas de compra y paseo.

Al sur de la metrópolis, las regiones del Maule, Bío-Bío y la Araucanía -que limitan con Mendoza y Neuquén- también han tenido un efecto positivo en sus economías por los argentinos que cruzan sobre todo en auto por los pasos fronterizos. La venta de electrónica creció por encima de un 20% en esas regiones.

La contracara es la caída en las ventas internas de los mismos productos que los argentinos van a adquirir a Chile. «La Argentina es un país muy caro. Tenemos un costo argentino muy grande que no sólo tiene que ver con la logística, sino también con una presión tributaria del 37% del PBI, y llega al 60% cuando se suma la masa informal», dijo Mario Grinman, secretario de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).

En diálogo con Infobae, diferenció que el promedio de los aranceles de importación es del 6% en Chile, mientras que en la Argentina escalan al 25 por ciento. «¿Sabés cuánto le cuesta al país Tierra del Fuego? Unos 30.000 millones de pesos por año, y no tributan IVA, Ganancias ni derechos de exportación», se quejó Grinman.

Y aclaró: «No estamos hablando de apertura indiscriminada de la economía y tampoco de flexibilización laboral, pero hay que bajar el costo argentino». El dirigente aseguró que no tienen un número final de los comercios afectados por el boom de compras a Chile, pero dijo que «es seguro» que cerraron locales en Mendoza y otras provincias limítrofes.

«En algún momento, tenemos que empezar a discutir este problema con mente amplia y no sesgada. No podemos seguir siendo un país tan caro: no nos compra nadie y no le vendemos a nadie», concluyó.

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