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Brexit: Gran Bretaña votó a favor de la salida de la Unión Europea

Se impuso con un 52% de los votos y la decisión desestabiliza la unidad continental forjada tras la II Guerra Mundial, con la esperanza de evitar futuros conflictos.

A su vez, plantea la posibilidad de años de negociaciones sobre comercio y lazos políticos y empresariales con lo que se convertirá en un bloque de 27 países. En esencia, la votación marca el comienzo, más que el final, de un proceso que podría llevar décadas.

Los mercados financieros mundiales se desplomaron cuando el conteo casi definitivo mostró una victoria para la opción de abandonar el bloque con un 51,8 por ciento contra un 48,2 por ciento a favor de la posibilidad de permanecer en la UE.

La libra esterlina sufrió también su peor caída diaria al desplomarse un 10 por ciento frente al dólar, tocando un mínimo de 31 años debido a los temores del mercado de que la decisión golpearía con fuerza la inversión en la quinta mayor economía del mundo.

Cambios en el tablero

El resultado da inicio a al menos dos años de un conflictivo procedimiento de divorcio de la UE, que generará dudas sobre el rol de Londres como la capital financiera global. Además, ya motivó la renuncia del primer ministro David Cameron, pese a que durante la campaña prometió que se mantendría en el cargo más allá del resultado.

El euro también se vio afectado al caer más de un 3 por ciento frente al dólar por las preocupaciones de que el resultado generaría un mayor daño económico y político al país frente a permanecer como parte del bloque. Los inversores corrieron en masa en busca de activos considerados de refugio, como el oro y el yen.

En la primera muestra de preocupación a nivel internacional, el viceministro de Finanzas de Japón para asuntos internacionales, Masatsugu Asakawa, dijo que consultaría con el ministro de Finanzas, Taro Aso, sobre la forma de responder a los movimientos del mercado.

Las fuerzas euroescépticas británicas se mostraron eufóricas, celebrando una victoria a la que calificaron como una protesta contra los líderes británicos, las grandes empresas y los políticos extranjeros -incluyendo a Barack Obama- que habían instado a una permanencia del Reino Unido en el bloque.

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