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El extraño caso del tanque de agua “con fibra óptica”

La llamativa construcción se encuentra en plena zona residencial en Chacra II. Simula ser un tanque de agua pero las instalaciones son las propias de una estación de telefonía. No está declarado en el Municipio.

antena 811(Río Grande) – La difusa y poco respetada legislación sobre la instalación de antenas de telefonía en zona urbana parace haber encontrado una curiosa expresi`´on en Río Grande.

Según puede verse cotidianamente, en todo el mundo las antenas de elevada radicación electromagnética suelen aparecer disfrazadas, comoufladas o semiocultas para escapar a los reclamos de los vecinos o a la propia restricción legal para su localización.

El caso hallado en Chacra II lama poderosamente la atención, por cuanto a la vista aparece como un inocente tanque de agua pero los conductos que lo atraviesan y las instalaciones en tierra dan toda la apariencia de constituir los adimentos de una antena látigo que a simple vista puede observarse algunos metros por encima del supuesto tanque de fibrocemento.

La edificación –una portentosa torre a modo de mangrullo- se encuentra en los fondos de un terreno situado al 800 de la calle Yugoeslavia, donde originalmente se levantó una vivienda familiar perteneciente al IPV. En el frente, una construcción que mucho se parece a una fortaleza inexpugnable sin ventanas y con una única puerta de acero en el frente, deja ver importantes instalaciones, entre ellas un grupo electrógeno, salidas de aire acondicionado y estructuras de hierro de gruesas dimensiones.

Consultas hechas por Radio Fueguina permitieron saber que la instalación no ha sido declarada ante las autoridades municipales (ni de Comercio ni de Medio Ambiente) aunque es obligación hacerlo. Por otra parte, funcionarios de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) admitieron no tener conocimiento tampoco de la existencia de la referida antena.

Vecinos del lugar, transmitiendo curiosidad e incertidumbre, aseguraron que la construcción se hizo “en tiempo record” hace algunos meses y refirieron que en la oportunidad vieron vehículos pertenecientes a Telefónica de Argentina estacionar en el lugar.

Como sea, el “mangrullo”, que destaca nítidamente en el chato paisaje urbano de la zona, aparece no sólo como una curiosidad, sino además como una posible amenaza a la salud de los vecinos, sin que conste intervención de autoridad local alguna para constatar su existencia y regular su funcionamiento.

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